Las carreteras andaluzas han registrado en los meses de julio y agosto de este año un total de 14 muertes de motoristas, lo que supone que este verano se convierta en el peor de los últimos seis años.
Según el recuento realizado por Europa Press sobre los accidentes mortales de este período, desde 2014, Andalucía ha aumentado en estos años, en la mayoría de forma progresiva, los casos de estos tipos de accidentes de tráfico mortales, donde a todos los agentes que influyen se une el de la vulnerabilidad del conductor.
Así las cosas, se ha pasado de los cinco fallecidos que se produjeron hace seis años, a los seis de 2015, los nueve en 2016, los ocho en el año 2017 y once en el pasado 2018.
El mes de julio se saldó con diez muertes, de las cuales tres se dieron en Málaga y otras tres en Cádiz, además de dos ocurridas en las provincias de Sevilla y Granada. Por otro lado, en lo que va de agosto, cinco son los fallecimientos dados en las carreteras andaluzas, en las que Cádiz y Granada han tenido dos cada una y Sevilla uno.
La mayoría de defunciones por accidentes de este tipo en estas fechas ha sido consecuencia de colisiones contra automóviles. Así fue el caso del motorista de 26 años que murió el 2 de julio tras chocar contra un coche en la autovía A-7 a su paso por Vélez-Málaga (Málaga) o el del hombre que falleció un día después en San Fernando (Cádiz) al colisionar una moto y un coche en el kilómetro 7 de la CA-33.
De esta misma forma pereció en Málaga capital el 9 de julio un varón de 41 años cuando colisionó en esta ocasión con un camión de la basura, mientras que en Los Barrios (Cádiz) el suceso tuvo lugar en la A-7, también ese día y contra un coche provocando la muerte al conductor de la motocicleta, de 42 años.
Otra de las causas de este tipo de siniestros ha sido las salidas de la vía por distintos motivos. De esta manera, un motorista de 45 años perdió la vida también en julio, el día 23, al salirse de la calzada a la altura del kilómetro 1 de la carretera A-7054 en Málaga capital o también se ajusta a estas condiciones el caso del día 6 de ese mismo mes, cuando se registró una muerte en Caniles (Granada) al salirse de la carretera y chocar contra una señal de tráfico.
Además, en el citado mes un cicloturista falleció en un accidente ocurrido el día 23 en la carretera de las Lagunas, en término municipal de Chiclana de la Frontera (Cádiz), al igual que el conductor de 32 años que murió el día 28 en la avenida de Bellavista, en Sevilla capital.
Los sucesos han tenido continuidad en el mes de agosto, cuando hubo una jornada especialmente dramática al registrarse el día 4 dos casos, el de un conductor que murió tras caerse de la moto y quedar atrapado en el quitamiedos de la carretera A-384, en Arcos de la Frontera (Cádiz), y el del fallecido en Granada al salirse una motocicleta de la calzada.
Los últimos de estos infortunios tuvieron lugar en la localidad sevillana de Espartinas, donde un motorista perdió la vida en la tarde del día 10 al colisionar con un turismo en la carretera A-8076, y en Lucena, donde el día 9 un motorista perdió la vida al ser atropellado por un vehículo cuyo conductor se encuentra en prisión provisional comunicada y sin fianza.
Según el estudio ‘La vida después de un accidente de tráfico’ realizado por la asociación Stop Accidentes, en colaboración con las Fundaciones Lagun Aro y Bosh i Gimpera, el español medio piensa que el riesgo que se asume como peatón o al conducir un coche es moderado y que en la percepción de la probabilidad de sufrir accidentes el automóvil y la motocicleta están muy por encima del resto.
El mismo documento indica que la conducción bajo los efectos del alcohol, las salidas de carretera por exceso de velocidad, los choques entre vehículos y atropellos de peatones son los incidentes más frecuentes en carretera. Así, los choques frontales entre vehículos fueron el accidente de mayor gravedad, mientras que los que tuvieron consecuencias más leves fueron los dados por detrás.