Trabajadores de ambulancias de la provincia de Málaga han vuelto a reivindicar este miércoles en una marcha por las calles de la capital un transporte sanitario «digno» y mejoras sociales y en las condiciones laborales, a través de la actualización del convenio colectivo «arcaico», que lleva 30 años en vigor.
Así lo ha explicado a los periodistas el delegado sindical de Asistencia Sanitaria Malagueña (ASM), empresa concesionaria del servicio, Francisco Aranda, quien ha asegurado que están exigiendo unas mejoras laborales «en cuanto a calidad asistencial a los pacientes y también a la salud laboral» de los 523 trabajadores en la provincia de Málaga.
«Queremos que se nos escuche, que la administración se siente con nosotros junto a la empresa y se llegue a un acuerdo sobre lo que estamos pidiendo, que no es mucho», ha manifestado.
Aranda ha señalado que la huelga de los conductores de ambulancias se inició el 31 de julio y están trabajando «al 50 por ciento de servicios programados», que son menos en agosto; aunque ha advertido de que en septiembre se abren todos los servicios y «continuaremos con nuestros paros» hasta que se alcance una solución.
Un aspecto en el que ha incidido el representante de los trabajadores es que se está haciendo «mucho uso de las ambulancias no asistenciales, con un solo trabajador o técnico», apuntando que se están dando «muchísimos problemas» con este tipo de servicios.
Al respecto, ha precisado que los nuevos responsables de la sanidad en Andalucía «prometieron que esas unidades no iban a volver a trabajar y criticaron al gobierno anterior por hacer uso de ellas»; aunque ahora «esas unidades siguen trabajando».
El representante sindical ha condenado, además, las nuevas agresiones a personal técnico de ese tipo de servicio de ambulancias, en el que «corren peligro tanto los trabajadores que van solos como los pacientes, que se ven solos en la parte trasera y nadie las controla».
Ha asegurado que se ven «un poco engañados» por el delegado de Salud, Carlos Bautista, porque «nos reunimos con él y nos dijo que acudiéramos a reunirnos a nivel autonómico y que tanto él como la empresa nos apoyarían en nuestras reivindicaciones», pero cuando acudieron «no estaba nadie».
Además, ha manifestado que cuando se convocaron los servicios mínimos «no había ni empresarios ni gente de la delegación, y no usaron esa reunión como último cartucho para intentar que nuestra huelga se desconvocara».
Aranda ha incidido en que los servicios mínimos se fijaron el 5 de agosto, mientras que la huelga estaba convocada desde el 31 de julio, por lo que, ha dicho, «si nosotros hubiéramos querido no habría trabajado ninguna ambulancia, pero como sabemos lo importante que es que se cumpla el 100 por cien en las urgencias, nos pusimos a trabajar».
Asimismo, ha lamentado que en la reunión de este pasado martes «no trajeron nada nuevo, no contemplaban IPC ni una mejora laboral», por lo que han decidido continuar con las reivindicaciones.
