Proyecto Hombre ha presentado los datos de la Memoria 2018 del programa terapéutico y educativo en Málaga destacando que atiende a demandas cada vez más diversas en el campo de las adicciones. Así, entre otros, se desprende que en un 30 por ciento de los casos atendidos de menores de 18 años el motivo no es por adicción a sustancias sino por comportamientos disruptivos –problemas de conducta– o adicción a nuevas tecnologías.
Al respecto, han precisado que el 7,7 por ciento de menores que han sido atendidos «venían por un mal uso de TIC». «Ya no solo tienen un comportamiento disruptivo, sino que, además, hacen un mal uso» de las nuevas tecnologías. De igual modo, ha aclarado que muchos de los menores que llegan, y cuyo principal problema no es ese, «al final nos damos cuenta de que, a la hora de la verdad, ese es el problema encubierto o está, al menos, asociado la violencia, abandono o fracaso escolar».
Han precisado que aún «son pocos, unos diez a lo largo de todo el proceso, pero son los que relatan de primer momento que tienen un problema con las TIC y luego, la realidad, es que el mal uso lo hacen casi todos los jóvenes con los que estamos trabajando».
Por otro lado, han explicado que la sustancia principal de consumo es la cocaína, con un 46,6 por ciento de media de las personas que acuden a un programa de uso de sustancias –base o nocturno—. Sin embargo, hay un porcentaje alto de personas por consumo de cannabis en los programas de edades tempranas –63,8 por ciento para el de la prevención y 77,4 por ciento para el programa de apoyo joven– y de alcohol –40,8 por ciento del programa nocturno–.
De igual modo, es significativo el aumento de personas que acuden por adicción sin sustancia, que pasa de un ocho por ciento en 2016, un 18 por ciento en 2017 y un 29,7 por ciento en 2018. Este porcentaje está sesgado por el Programa Estima.
En cuanto al total de menores atendidos en el Programa de Prevención indicada, el porcentaje ha aumentado respecto a 2017 pasando de un 25,8 por ciento a un 29,8 por ciento.
Así lo ha explicado directora territorial de Proyecto Hombre, Belén Pardo, en una rueda de prensa en la que también ha participado el vicario general de la Diócesis de Málaga, José A. Sánchez; el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el delegado de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Carlos Bautista; el director académico de la Fundación General de la UMA, Antonio María Lara; y el vicepresidente de la Fundación Cesma, Juan Serrano.
612 ATENCIONES
Pardo ha detallado que son 612 atenciones –459 hombres y 612 mujeres– llevadas a cabo por Proyecto Hombre el año pasado en las áreas de prevención y tratamiento, así como una media de 474 residentes en los diversos centros. Por sexo, el porcentaje es de 65,6 por ciento de hombres y un 34,4 por ciento de mujeres.
«Año tras año vamos aumentando el número de atenciones a mujeres que desarrollamos», debido, ha explicado, a que cada año se aumenta la cobertura destinada a ellas. Además, el porcentaje de mujeres es mayor «si atendemos a los programas que desarrollamos que no tienen que ver con uso de sustancia». Así, en programas por uso de sustancias el 82 por ciento son hombres y el 18 por ciento mujeres.
La edad de inicio en el consumo de sustancias es prioritariamente a los 18 años en los hombres y entorno a los 26 en las mujeres; aunque hay un casi 39 por ciento de hombres que se inician entre los 15 y 17 años. Las mujeres, por su parte, se inician muy pronto en sustancias legales –alcohol, tabaco y psicofármacos sin prescripción médica–. El 27,02 por ciento de ellas se inician entre los diez y 14 años.
Las demandas en el campo de las adicciones son cada vez más diversas, muy diferentes a las que se daban hace 33 años. Por otro lado, la memoria visibiliza la labor realizada en programas de atención a mujeres; así como que la edad media de personas atendidas es de 31,5 años, y que la edad más temprana de atención es los 12 años.
EMPLEO
De igual modo, en el patrón de empleo, que muestra que el 70 por ciento de los hombres que acude a programas de atención sigue trabajando a tiempo completo; siendo el 44,24 por ciento de las mujeres que solicitan ayuda –el 42,10 de mujeres acude en situación de trabajo a tiempo parcial, horario irregular, desempleo o trabajo en el hogar–. Entre las sustancias más consumidas están la cocaína y el alcohol, siendo frecuente el policonsumo de ambas.
Por otro lado, 63 personas en 2018 han desarrollado su programa con éxito. Sobre la prevención escolar y familiar, han detallado que se han implementado programas en 88 centros escolares, desarrollado programas para casi 16.000 alumnos, formado y acompañado a 698 profesores y se ha trabajo con 8.040 familias.
La memoria de Proyecto Hombre recoge también testimonios de personas beneficiadas de la atención de la entidad, así como un resumen de las actividades organizadas por la Fundación y un «pilar fundamental»: el voluntariado. En la actualidad se cuenta con más de 80 personas voluntarias, que participan en diversas labores en los diversos programas que impartimos.
ECONOMÍA
Por su parte, el vicepresidente de la Fundación Cesma ha incidido en la necesidad de equilibrar las cuentas para una fundación benéfica como esta, y en ese trabajo, ha agradecido la aportación de instituciones y empresas que hacen posible todos los programas.
Ha detallado que hubo «una racha mala» pero «afortunadamente los dos últimos años hemos tenido equilibradas las cuentas con un pequeño superávit». «Vamos rebajando ese déficit que teníamos», ha dicho, dando las gracias a personas y entidades que colaboran.
En concreto, este 2018 los ingresos han sido de 1.143.790,78 euros, siendo los gastos de 1.123.972,98, lo que supone unos 19.817,80 euros de beneficios.
La mayor parte de los ingresos, un 57 por ciento, proceden de subvenciones –648.989,19 euros–; casi un 26 por ciento –294.062,39 euros– de aportaciones de las familias; un 12 por ciento de donativos –142.690,36 euros–; y un cinco por ciento de otros ingresos.
«Nuestra dependencia de las subvenciones es grande», ha reconocido, al tiempo que ha dicho que la intención es «seguir buscando otras fuentes y vías de ingresos que no nos hagan depender tanto» de ellas.
En relación con los gastos, ha continuado, «hacemos un verdadero esfuerzo por mantenerlos controlados, pero teniendo en cuenta que el 81,48 por ciento –915.883,25 euros– son de personal es muy difícil arañar de los demás capítulos».
LA PREVENCIÓN, «LA CLAVE»
Por su parte, De la Torre ha incidido en la importancia de la prevención, «la clave de todo, y menos costoso que la recuperación una vez se ha caído en las adicciones». De igual modo, ha animado a comprometer más recursos y a incentivar el trabajo en colegios para atender al «espacio de la fragilidad» que va desde los diez a los 17 años.
Sánchez ha recordado la pertenencia de Proyecto Hombre a la Iglesia de Málaga, una iniciativa que ha cumplido ya 33 años. Así, en nombre del obispo de Málaga, Jesús Catalá, ha agradecido, además, la participación en estos programas de instituciones y empresas que apoyan así «la preciosa labor que lleva a cabo esta Fundación, que cada vez más hace realidad la creatividad evangélica de la que tanto habla el papa Francisco, para dar respuesta a las nuevas formas de adicción que sufren los hombres y mujeres de hoy, y cada vez más, también los niños».
Asimismo, Bautista ha destacado que las subvenciones que da la administración «a esta labor tan magnífica» es su Responsabilidad Social Corporativa y ha incidido en la «labor impagable». Por su parte, el director académico de la Fundación General de la UMA, Antonio María Lara, ha dado las gracias a Proyecto Hombre y ha animado a todos a colaborar con este trabajo.