Las empresas privadas deben tener un rol fundamental en la lucha contra el cambio climático que afronta el mundo, pero no se puede confiar en ellas para que velen por los más pobres, según un informe presentado en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU por Philip Alston, relator especial de esa organización sobre pobreza extrema.
El reporte, publicado este martes, afirma que el planeta se dirige al “apartheid climático”, donde los más ricos pueden permitirse maneras de evitar la influencia de la crisis climática, mientras los pobres no pueden y son los más afectados.
“Una dependencia excesiva del sector privado —señala el relator especial de la ONU— podría conducir a un escenario de apartheid climático en el que los ricos pagarían para escapar del calentamiento global, el hambre y los conflictos, mientras que el resto del mundo sufriría”.
Alston también afirma que confiar solo en este sector para protegerse de las futuras condiciones climáticas extremas y del aumento del nivel del mar “casi garantizaría violaciones masivas de los derechos humanos, con los ricos atendidos y los más pobres abandonados”.
“Incluso en el mejor de los casos, cientos de millones se enfrentarán a la inseguridad alimentaria, la migración forzada, las enfermedades y la muerte”, apunta.
El experto comenta el caso de los neoyorquinos que permanecieron atrapados sin electricidad ni atención sanitaria durante el huracán Sandy en 2012, mientras la sede de Goldman Sachs —grupo de banca de inversión y valores— funcionaba con electricidad de su generador y estaba guarecida por miles de sacos de arena.
Treinta años de convenciones sobre el clima parecen haber hecho poco, en ese lapso “el lenguaje ha sido notablemente similar a medida que los estados continúan dando tumbos”, indica el reporte.
En ese sentido, el informe critica a los gobiernos por hacer poco más que enviar funcionarios a conferencias para hacer “discursos”, a pesar de que los científicos y los activistas del clima han estado dando la voz de alarma desde la década de 1970.
Alston condena los intentos de Donald Trump de silenciar las afirmaciones de la ciencia con respecto al cambio climático, y critica a Jair Bolsonaro por sus promesas de abrir la selva amazónica a las empresas mineras.
El experto de la ONU resalta también acontecimientos positivos como los casos legales contra compañías de combustibles fósiles, el activismo de Greta Thunberg, las huelgas escolares y el movimiento británico Extinction Rebellion.
Para Alston, la resolución más reciente del Consejo de Derechos Humanos sobre la crisis climática no reconoció que el disfrute de los derechos humanos por un gran grupo de personas está gravemente amenazado y que, si se quiere evitar una catástrofe climática, es necesaria y urgente una profunda transformación económica y social.
(Con información de Reuters y The Guardian)