La asociación Derecho a Morir Dignamente Andalucía (DMD) se ha reunido con el director general de Cuidados Sociosanitarios de la Consejería de Salud y Familias, José Repiso, para reclamar que las administraciones promuevan el testamento y ha recordado que, pese a que Andalucía fue en 2010 la primera comunidad en aprobar una ley autonómica sobre muerte digna autonómica, la tasa de testamentos vitales registrados en la comunidad sigue por debajo de la media española: un 4,69% frente al 6,14% de la media nacional.
La Asociación ha reclamado, informa mediante una nota, la incorporación de las recomendaciones sobre muerte digna del Defensor del Pueblo Andaluz, que elaboró un informe en 2018 sobre Morir en Andalucía y la normativa andaluza, la Ley 2/2010 de Derechos y garantías de la dignidad de las personas en el proceso de morir.
DMD Andalucía ha pedido al director general que se refuerce la información a los profesionales sanitarios sobre su obligación de conocer la legislación sobre el testamento vital y también su deber de participar en su promoción.
La Asociación le ha sugerido una campaña de difusión de los derechos al final de la vida con los que ya cuenta la ciudadanía, así como de instrucciones sobre cómo se elabora la Declaración de Voluntad Vital Anticipada, a través de las pantallas de las salas de espera de los Centros de Salud.
Tras la reunión, tanto los representantes de DMD Andalucía como el director general de Cuidados Sociosanitarios se han emplazado a futuros encuentros para abordar fórmulas que ayuden a que la ciudadanía andaluza tenga una muerte digna.
Derecho a Morir Dignamente ha recordado que el informe del Defensor señala las carencias más graves que afronta la ciudadanía andaluza en su proceso de morir y ha formulado sugerencias para mejorar su situación.
La Asociación ha recordado que, según el último dato disponible, en Andalucía fallecen más de 70.000 personas cada año y ha argumentado que «nadie sabe cuántas han sido buenas o malas muertes porque no se mide».
La Declaración de Voluntad Vital Anticipada, el testamento vital, es la mejor herramienta para evitar el encarnizamiento terapéutico y permite a la ciudadanía dejar instrucciones sobre qué tratamientos desean y cuáles rechazan al final de su vida, cuando han perdido la capacidad de tomar decisiones.
Entre las medidas generales sugeridas por el Defensor del Pueblo de Andalucía, que la asociación ha declarado compartir, se encuentran la evaluación y la elaboración de informes anuales sobre cómo muere la ciudadanía andaluza, actualizar el Plan Andaluz de Cuidados Paliativos o llevar a cabo una labor pedagógica entre la población que ayude a desterrar el tabú de la muerte y permita a la ciudadanía afrontar y hablar del final de su vida con normalidad.
