El 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, y Ecologistas en Acción Ciudad de Málaga pone su grano de arena con los Premios Atila y Azote de Atila. . El premio Atila se otorga a aquellas personas y entidades que hayan destacado por la destrucción del medio ambiente, del expolio al patrimonio o por su actitud en contra del municipio. El premio Azote de Atila sí es una recompensa y se concede a quién ha destacado por la protección de la sostenibilidad del planeta y la defensa de la cultura y los derechos sociales.
Los Premios Atila 2019 han sido otorgados a Teresa Porras, concejala de playas del Ayuntamiento de Málaga; Francisco Pomares, concejal de Ordenación del Territorio y Vivienda del Ayuntamiento de Málaga; y finalmente los restaurantes “El Navío” y “El Pimpi” que reciben el premio Caballo de Atila ex aequo.
El premio a Teresa Porras se debe al deterioro manifiesto de las playas de Málaga. A la falta continua de arena debido a la ausencia de regeneración de las playas, se une los vertidos de aguas residuales a diversas playas como la de Arraijanal, Campo de Golf….Además de haber puesto de manifiesto la inutilidad y negligencia de su labor con la empresa malagueña LIMASA. La destrucción premeditada del patrimonio arquitectónico malagueño (como fue el derribo de la Mundial) es mérito suficiente para entregar el Premio
Atila a Francisco Pomares. No contento con malvender Málaga a las grandes cadenas hoteleras, borra sin pudor parte de la historia de Málaga con el derribo de “Villa Maya”, sede del consulado Mejicano, en ella su cónsul honorífico Porfirio Smarnou contribuyó a salvar familias pertenecientes a ambos posicionamientos durante la Guerra Civil.
Mientras que por último, Ecologistas en Acción Ciudad de Málaga entrega el galardón “Caballo de Atila” ex aequo a los restaurantes El Navío y El Pimpi por el maltrato incesante a la vegetación cercana. El restaurante El Navío arrojó a un árbol de su terraza aceite y agua hirviendo hasta conseguir eliminarlo y acaparar más metros de terraza. Por su parte, el restaurante El Pimpi acabó con un excepcional árbol de su terraza para tener más sitio para mesas y sillas, sustituyéndolo por una ecléctica palmera ante la mirada negligente del área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Málaga.
El colectivo también otorga sus Azote de Atila, que son los que homenajean a aquellos que se han significado por su labor en pro de un medio ambiente saludable o en su lucha por un mundo más justo. En esta ocasión han sido para el geógrafo y autor del blog “Edifeicios” Antón Ozomek, por su extraordinario trabajo en la puesta en valor del patrimonio de los malagueños y la denuncia pública del expolio a la arquitectura tradicional de la ciudad; y para la asociación “Al-Quds de solidaridad con los pueblos del mundo árabe” por la denuncia desde hace 20 años de la complicidad de la comunidad internacional en la situación de Palestina, y por sus proyectos solidarios en la región cuyo objetivo se centran en los derechos humanos, en la infancia y en el feminismo.