Desconocido para el público en general, Aaron Swartz es un semi-dios de la libertad de expresión y el acceso del conocimiento a los activistas, el hombre a quien las autoridades estadounidenses deben derrotar.
Desde los 8 años de edad, ha estado programando y defendiendo una Internet libre. Antes que nadie, él percibe el proyecto mortífero de Silicon Valley, la influencia del dinero en la política y la organización de la mediocridad como un proyecto final de dominación. No tiene más que una idea, una ambición tan absoluta como desesperada: salvar el mundo.
Talentoso, idealista, ahora guapo y millonario, llega a la línea amarilla en 2011. El sistema judicial estadounidense le dispara como a una bestia. La administración Obama lo atacó en su propio nombre y lo amenazó con cadena perpetua. El 11 de enero de 2013, el angelito de Internet fue encontrado colgado de la ventana de su apartamento de Brooklyn. ¿Suicidio o suicidado? Pero, ¿cuál fue el hombre del Yes We Can y el sistema que le trae tan asustado? ¿De la juventud, belleza o inteligencia de Aaron?
América, la infancia, Internet, Aaron Swartz representa todo lo que he querido. La muerte es un mensaje enviado a aquellos que aspiran a emanciparse de su destino como individuos condicionados. Es la historia del joven prodigio que nos quería libres. Y quién, habiendo desaparecido, nos deja con una pregunta: ¿cuál es el precio a pagar por una idea?
Lo que queda de nuestros sueños es un viaje por carretera con los pioneros de Internet y una cacería de fantasmas en el Estados Unidos de Trump, aturdidos por su monstruosidad. Es la crónica de un funeral de primera clase: el de la libertad. Y la búsqueda del único desfile: el amor, hasta la muerte, de la vida y la dignidad.
Fuente : https://florevasseur.com/books/ce-quil-reste-de-nos-reves/