El kéfir es un alimento probiótico con increíbles beneficios para la salud. Descubrir sus propiedades te ayudará a saber por qué debes consumirlo cada día.
El kéfir o búlgaros es el nombre con el que se designa al conjunto de microorganismos de bacterias probióticas y levaduras en una matriz de proteínas, lípidos y azúcares. Sus nódulos tienen un aspecto similar al de la coliflor pero es más blando y gelatinoso y están envueltos en una matriz polisacárida, denominada kefiran.
El kéfir es originario del este de Europa y suroeste de Asia y su nombre procede de la palabra turca keyif, que significa “sentirse bien” después de comer.
La fuente de probióticos más conocida es el yogur. Sin embargo, el kéfir contiene aún más probióticos que el yogur: cerca de 30 microorganismos diferentes.
¿Cuántos tipos de kéfir existen?
Existen tres tipos de kéfir: de leche, de agua y de té o Kombucha. Los tres tipos son el mismo Kéfir, con la misma microflora, pero adaptados a medios distintos, por tantos los beneficios que nos aportan son los mismos.
Kéfir de leche: Es una de las opciones más clásicas y tradicionales. El hongo a partir del que se elabora el kéfir se fermenta al entrar en contacto con la leche, produciendo una especie de bebida algo espesa y sabor y aroma ácidos. Tiene un sabor parecido al yogur, pero con una consistencia más líquida.
Kéfir de agua: Es otra variante igual de popular. Se elabora a partir de la fermentación del hongo en agua, dando como resultado una bebida aromática que recuerda mucho a cítricos (siendo a su vez ácida), y con gas. Posee las mismas cualidades que el kéfir lácteo, pero para su elaboración no es necesaria la leche, sino otros ingredientes como jugo de caña de azucar, jugo de piña, etc.
Kombucha: Es otra variante de kéfir, muy popular en algunos países asiáticos, que consiste en una bebida fermentada con microorganismos Medusomyces gisevi, los cuales forman una especie de colonia gelatinosa en su parte superior. Además, habitualmente se elabora con té, y suele endulzarse para contrarrestar su sabor ácido.
¿Por qué consumir bebidas Kefiradas?
Recientes estudios han certificado numerosos beneficios que tiene el consumo de esta bebida maravillosa te explicamos cuáles son los más importantes
El kéfir, al ser un alimento probiótico, ayuda a regular y regenerar la flora intestinal, por lo que su consumo es adecuado cuando se produce algún desequilibrio de la flora o cuando, por ejemplo, seguimos algún tratamiento médico que la altere (como puede ser el consumo de antibióticos). Esta bebida posee una cualidad muy importante, dado que nuestro organismo consigue transformar la flora intestinal putrefacta en bacilos lácticos con propiedades antisépticas.
También es un alimento digestivo, útil en caso de indigestión y de digestiones pesadas ya que favorece la correcta digestión de los alimentos que consumimos. Por otra parte, algunos estudios han certificado su utilidad para evitar el estreñimiento debido a que actúa como laxante suave, reducir el riesgo de cáncer de colon además, un probiótico único del kéfir, el Lactobacillus kefiri, es capaz de impedir el crecimiento de bacterias dañinas como la como la H. Pylori, la Salmonella y la E. coli.
Es útil para la regulación del tránsito intestinal. Ayuda fortalecer y aumentar las defensas no hay duda que encontrarás en el kéfir a un grandísimo aliado, ya que al regenerar y restablecer nuestra flora intestinal, también ayuda a la hora de reforzar nuestro sistema inmunológico.
Bueno para un sistema cardiovascular sano. Diferentes estudios científicos han podido constatar que un consumo regular de kéfir ayuda a cuidar nuestro sistema cardiovascular, y prevenir o tratar sus diferentes trastornos. Por ejemplo, se ha demostrado que consumir bebida kefirada regularmente ayuda a reducir los niveles de colesterol alto y de triglicéridos a la vez que es capaz de regular la presión arterial.
¿Cómo hacer y preparar kéfir en Casa?
Para la elaboración de esta bebida es muy fácil, básicamente necesitas ¾ de litro de leche, 150 gramos de nódulos o granos de kéfir y un recipiente de vidrio de 1 litro de capacidad. Solo tienes que poner la leche en el recipiente de vidrio a temperatura ambiente, añadir los nódulos de kéfir, tapar y dejar reposar unas 36 horas. Pasado este tiempo Cuando empiece a tener consistencia cremosa, cuela el líquido para separar los granos de kéfir de la bebida. Solo debes consumir la bebida, y al Kefir agregale mas leche para la próxima preparación.
¡Y ya está!
Ya tienes tu bebida de kéfir casera lista para beber.
Y si os apetece tomarlo fresco, déjalo un rato en el frigorífico para que se enfríe y sírvelo después.
Es super sencillo, delicioso y muy nutritivo
Nota: Como los nódulos de kéfir irán aumentando en cantidad y tamaño es posible que necesites añadir más leche (a no ser que lo desees espeso o deseas más cantidad de bebida kefirada) ademas cuando tengas exceso de kefir puedes poner el excedente en otro envase aparte y para tu preparación usar la misma porción de kefir y de leche. Como ya sabes esta maravillosa bebida posee múltiples beneficios en la salud, y el exceso de kefir que has colocado a parte puedes regalarlo a tus familiares y amigos y así ayudas en la salud de muchas personas.
¡Que aproveche!