Los dos sanitarios del Servicio Andaluz de Salud (SAS), Francisco Luis Carrasco y Clara Sánchez, que el pasado viernes viajaban en un autobús de la línea 1 de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) de Málaga capital, cuyo chófer sufrió un infarto al volante, han relatado su experiencia, asegurando: «Nuestra misión en el autobús era salvar al conductor».
Así lo han señalado a través de un comunicado desde la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, cuyo titular, Jesús Aguirre, se puso en contacto con los dos profesionales y les felicitó por su comportamiento. «Os doy las gracias en nombre de la sanidad andaluza: nuestra labor como buenos samaritanos es una garantía para nuestros pacientes», les transmitió.
Ambos sanitarios que iban en el vehículo practicaron una maniobra de recuperación cardiorrespiratoria al chófer antes de que llegaran al lugar los efectivos de emergencia, «lo que le sacó de la muerte». Actualmente, el paciente continúa estable dentro de la gravedad, a la espera de evolución la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Regional, han informado a Europa Press fuentes sanitarias.
Los hechos sucedieron sobre las 08.30 horas del viernes cuando el Teléfono de Emergencias 112 atendió la primera de varias llamadas de testigos que informaban de la pérdida de control de un autobús por parte de su conductor, que había sufrido un desvanecimiento, dándose aviso a la Policía Local y a la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES), así como a los Bomberos, ya que la puerta del autobús había quedado bloqueada tras el impacto y los pasajeros no podían bajar.
El vehículo recorrió más de 30 metros y se llevó por delante a 12 turismos. En total fueron atendidas 15 personas, entre ellas tres menores. El conductor, de 49 años, fue trasladado al Hospital Regional de Málaga, donde se encuentra aún, pendiente de evolución.
Así, Francisco Luis Carrasco, pediatra del centro de salud de San Andrés-El Torcal de Málaga, ha relatado que el viernes «iba, temprano a mi trabajo y lo hacía circunstancialmente en autobús, ya que lo suelo hacer en coche, y en una de las paradas, al arrancar el vehículo, noté un impacto, y luego vinieron varios más», según han señalado desde la Consejería de Salud en un comunicado.
«Me di cuenta, en medio de la confusión, de que el autobús estaba arrollando coches. Uno, otro, y luego otro y otro más. En ese momento, la gente empezó a chillar, a gritar, y yo intenté calmarla como pude», ha señalado Carrasco, apuntando que «una vez que tranquilicé a los pasajeros me fui hacia el conductor y vi que estaba totalmente inerte».
En ese momento, ha explicado en el comunicado que intentó ver lo que pasaba: «al principio pensé que se trataba de una crisis epiléptica, pero pronto comprobé que el hombre estaba totalmente rígido. Mi obsesión y la de otros pasajeros era quitarle el pie del acelerador para que el autobús se parara y, al tiempo, sacarlo del cubículo para poder asistirlo. Pero no sabíamos cómo parar el autobús, había muchos botones. No sé cómo lo conseguimos, pero con la ayuda de los viajeros lo logramos».
Clara Sánchez, médica de Familia natural de Zamora y que también se encaminaba a su centro de salud en la capital, el de Huelin, se unió enseguida a su compañero pediatra. «Entre los dos hicimos la maniobra cardiorrespiratoria cuando logramos ponerlo en el pasillo, en una superficie rígida: ella y yo nos fuimos relevando hasta que se presentó el 061 y ya nos sustituyó», relata él.
Sánchez ha indicado que dentro autobús y en la calle «había mucho miedo». «No soy ninguna heroína: soy médica nada más, e hice lo que tenía que hacer. Para eso estamos. Mucha gente se acercó a ayudar y llamaron al 061 y a los equipos sanitarios y de bomberos, que activaron el servicio de múltiples víctimas: de ahí la importancia de tener unos servicios públicos de calidad», ha resaltado la médica, que ha destacado que «por fortuna» no hubiera más heridos.
«No sé de dónde saqué las fuerzas para ayudar a este hombre. Me alegro de que se esté recuperando. He sido médico de Urgencias, pero en Pediatría, y he hecho dos maniobras de reanimación en carretera, por accidentes de tráfico que me encontré. Pero nunca me había pasado algo así siendo yo uno de los afectados, aunque sea leve, del suceso. Lo importante es que este conductor va a salir adelante», ha resumido Carrasco, asombrado como su compañera de que se hayan convertido en poco menos que héroes.
«La verdad es que no esperaba tanto revuelo mediático ni que tanta gente conociera la noticia. Nosotros hicimos lo que tocaba y lo mejor que pudimos. Hubo mucha gente, dentro y fuera del autobús que hizo también todo lo que estuvo en su mano dentro y fuera del autobús: la policía, los equipos sanitarios, los bomberos de Málaga, los vecinos que estaban por allí», ha asegurado Sánchez.
La doctora también ha puesto el acento en «lo importante» que es que «la población aprenda a hacer una reanimación cardiopulmonar: de hecho allí, en al autobús, había varias personas que sabían hacerla. Lo fundamental es mantener a la persona con vida hasta que lleguen los equipos sanitarios».
Por último, el pediatra, aficionado al atletismo popular, como ella, ha indicado que el día siguiente cogió el mismo autobús, la línea 1, en la misma parada «y sin necesidad de hacerlo». «Quería sacudirme cuando antes del ‘shock’. Esta vez iba con mi hija mediana. Cuando ella entró conmigo en el autobús el conductor me reconoció y a ella le guiño el ojo», ha señalado.
Por su parte, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, anunció este pasado sábado que va a proponer a los grupos municipales que los dos empleados del SAS y un pasajero que también colaboró en la salvación del conductor reciban menciones honoríficas del Ayuntamiento por «su valientes y solidaria intervención» en el suceso. La EMT también ha felicitado a ambos profesionales por su colaboración.