Emociones y redes sociales.
Un estudio reciente realizado por Murphy Research, comisionado por la red social Snapchat, mostraría cómo el uso de Twitter causaría ansiedad y depresión, a diferencia de Snapchat que funcionaría bien.
Felicidad y redes sociales.
El objetivo del estudio fue comprender el impacto que las plataformas de compartir de nuestra vida privada tienen en nosotros los usuarios. De hecho, el estudio preguntó qué emociones sentían los participantes mientras se usaban las diferentes redes sociales. Aquellos en los que se ven o crean videos, como Snapchat, pero también Instagram y YouTube, harían que los usuarios se sientan más satisfechos que Facebook y Twitter: abrumados, culpables, aislados y solitarios.
La investigación, llevada a cabo en aproximadamente 1000 sujetos entre las edades de 13 y 44 años, mostraría que nuestro uso de las aplicaciones y las redes sociales no es accidental, porque tal vez en ese momento no tengamos una mejor manera de hacerlo y nos aburramos (incluso el aburrimiento, de todos modos es una emoción), pero debido a que nos guiamos por una razón específica, de la cual quizás no estamos enteramente conscientes, la de regular nuestras emociones.
Obviamente, el hecho de que el estudio fue encargado por una red social interesada, con razón, para convencernos de que pasar el mayor tiempo posible con nuestro móvil es bueno y correcto, nos pone en alerta con respecto a la bondad de estos resultados. Sin embargo, el estudio ofrece un interesante punto de partida para la reflexión.
Las emociones mueven el mundo, el nuestro.
Ajustar nuestras emociones es el motor de nuestra vida. Cualquier acción o gesto, aunque sea mínimo, tiene este propósito. Básicamente, lo que queremos es sentirnos bien y ser felices, especialmente en el momento presente, no mañana o dentro de diez años. Queremos sentirnos así hoy. Tratamos de organizar nuestras vidas, en consecuencia, para probar emociones positivas con la mayor frecuencia posible.
Para dar algunos ejemplos, es por esta razón que probablemente hacemos compras incluso cuando no deberíamos o no las necesitamos. Esta es la razón por la que pasamos la tarde jugando videojuegos, en lugar de estudiar lo que se espera de nosotros. Porque a corto plazo estamos bien y felices. Poco importa si nos sentimos ansiosos por nuestra cuenta en rojo o por qué tenemos un examen al día siguiente. De hecho, una perspectiva de regulación emocional, para evitar esa ansiedad, pasaríamos el resto del mes ahorrando dinero y el resto de la semana estudiando.
Usa las redes sociales conscientemente.
Las redes sociales están construidas para provocar emociones agradables en todos nosotros. Pensemos en «me gusta» o el emoticono representado por el pequeño corazón, es una gratificación. Una recompensa que recibimos por nuestras imágenes, nuestros pensamientos, nuestras acciones. Cuanto mayor es el número de «me gusta», más nos sentimos recompensados. Cuanto más nos sentimos recompensados, más sentimos la necesidad. Este esquema también es el que da lugar a cualquier dependencia, de modo que al final lo que hacemos ya no se guía por el placer, sino por la necesidad de que ese placer se dispare dentro de nosotros.
Por estas razones, un estudio de este tipo también es interesante para nosotros los usuarios. Nos da la oportunidad de reflexionar sobre por qué las redes sociales son tan importantes para nosotros y si realmente debieran de serlo. Está claro que ejerce en última instancia una falsa ilusión de recompensa. Porque al final siempre vale la pena decir: mejor un huevo hoy que una gallina mañana. ¿O no?
Psicólogo Te Motivan
Carlos Casaleiz
Hilera 8