Es difícil motivarse, cuando el empleo que estamos desempañando
nos crea problemas, o se aleja mucho de nuestras aspiraciones.
Aún así, las posibilidad de conseguir un mejor puesto, depende en
gran parte, del entusiasmo que pongamos en el trabajo actual.
Los empleados que buscan superarse allí donde están, por muy
humilde que sea su profesión, alcanzan la excelencia y pasan a
ser pretendidos por la competencia que les ofrecerá mejores
condiciones laborales. Confucio decía, que los que hacen lo que
les gusta nunca tendrán que trabajar- en el sentido peyorativo
de la palabra- .
Mientras esto no suceda, la estrategia más inteligente es, que
en lugar de centrarnos en los aspectos que nos disgustan de
nuestro puesto de trabajo, observemos las ventajas que
presenta frente a otras alternativas. Aunque no hagamos lo
que nos gusta, el objetivo es lograr que nos guste lo que
hacemos.