En esta asamblea del Consejo de la Ciudad, se darán a conocer las conclusiones del estudio encargado por el Consistorio con el objetivo de determinar soluciones para reducir la huella de inundabilidad producida por el río Guadalhorce y que afecta a una parte importante de suelo productivo del municipio, así como el estudio realizado por Emasa sobre las obras consideradas de especial interés para reducir los riesgos de inundaciones en distintos puntos de la ciudad.
El primero de los informes es un estudio de detalle, figura recogida por la Ley 9/2010, de 30 de julio, de Aguas de Andalucía, del tramo del río Guadalhorce comprendido entre la A-7 y la desembocadura en el mar.
Este trabajo fue encargado por el Ayuntamiento de Málaga a raíz de la publicación en 2014 por parte del gobierno andaluz, de los Mapas de Peligrosidad y de Riesgo de inundación de Andalucía; dichos mapas situaban a grandes zonas urbanas de la desembocadura del Guadalhorce bajo la afección de la avenida del periodo de retorno de 500 años, con las consiguientes repercusiones negativas, gran parte de ellas para las empresas asentadas en esta zona, han señalado.
Del trabajo, que ha tenido en consideración diversos estudios previos, entre ellos los elaborados por el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), se desprende la necesidad de acometer seis actuaciones concretas cuya realización podrá mitigar de forma transitoria, hasta que se construya el nuevo puente sobre el río Guadalhorce de la MA-21, el problema generado por la huella de inundabilidad; el mismo, ha sido validado a nivel técnico por la Dirección General de Planificación y Gestión del Dominio Público Hidráulico de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta.
Las medidas propuestas son de «tipología blanda» –no se actúa sobre el cauce sino sobre la llanura de inundación–, de rápida ejecución y viables económicamente a corto plazo. Su ejecución permitiría ampliar la capacidad actual del cauce en 1.100 metros cúbicos por segundo –ese es el caudal que actualmente no fluye por el encauzamiento hasta alcanzar el mar y se desborda de modo que aumenta la lámina de agua en la zona inundable–.
En concreto, es el recrecido de la margen izquierda del encauzamiento de los arroyos Prado de Jurado, de las Yeguas, Boticario y Pocapringue en su confluencia con el encauzamiento del río Guadalhorce; así como el acondicionamiento a su estado original del encauzamiento en el entorno del ferrocarril de cercanías Málaga-Fuengirola con la consiguiente retirada de acopios de material.
También la restauración del cauce de aguas bajas en el entorno del puente sobre el río Guadalhorce de la MA-21, a las condiciones del proyecto original; el rebaje del cauce de aguas altas en las cercanías del puente de la MA-21, apertura total del segundo arco de avenida de la margen izquierda y descenso de la cota de las tuberías de saneamiento bajo el puente; el recrecimiento de las motas de encauzamiento del río Guadalhorce aguas arriba del puente de la MA-21; y el recrecimiento del encauzamiento del arroyo de las Cañas en su parte final.
Por su parte, el informe de Emasa recoge una serie de infraestructuras, en coordinación con la Gerencia de Urbanismo, consideradas de especial interés o relevantes para reducir estos mismos riesgos de inundabilidad en diferentes puntos de la ciudad.
OTRAS ACTUACIONES
Así, entre otras actuaciones el informe incluye la construcción de redes separativas para paliar los inconvenientes derivados de las precipitaciones intensas con la canalización de las aguas fecales y pluviales por tuberías distintas; y el nuevo drenaje desde la barriada de Dos Hermanas hasta el mar para evitar las inundaciones que se producen en la Carretera de Cádiz.
Eje de drenaje entre la Base Aérea y el Aeropuerto, para solucionar las inundaciones que se producen en el centro de Churriana y Camino de la Huertecilla, además de en la N340; la recuperación del arroyo Calera.
Desvío del embovedado del arroyo Calvario; la ampliación del embovedado del arroyo del Cuarto y desvío del curso alto del mismo; la sustitución del embovedado del antiguo arroyo Quintana; la continuación del canal de la margen izquierda del río Guadalhorce; y la reforestación y mantenimiento de areneros y trampas de acarreos de los arroyos que atraviesan la ciudad, también son otras actuaciones.