Agentes de la Policía Nacional han detenido en Jaén y Valencia a 22 miembros de una organización criminal que se dedicaba a cometer estafas mediante el falso alquiler de un piso en la calle Ayala de Málaga.
De esta manera habrían conseguido más de 15.000 euros de casi medio centenar de víctimas.
Los investigados insertaban anuncios en distintas webs de prestigio en las que ofrecían en alquiler un supuesto piso en la calle Ayala de la capital malagueña a un precio muy por debajo del mercado, según ha explicado la Policía Nacional en una nota de prensa.
A partir de ese momento, las comunicaciones entre ambas partes –arrendador y arrendatario– se hacían a través de WhatsApp y una vez convenida la paga y señal –cantidad que oscilaba entre los 250 y 700 euros– el arrendador facilitaba al cliente una cuenta en la que debía ingresar el dinero.
Finalmente, cuando el inquilino potencial se presentaba en Málaga para ocupar la vivienda se daba cuenta de que había sido víctima de una estafa.
Las pesquisas se iniciaron en octubre del año pasado, a partir de varias informaciones que apuntaban a la existencia de un grupo criminal dedicado a la comisión de estafas masivas mediante la inserción de anuncios en varios portales especializados en el que ofrecían en alquiler un supuesta vivienda sita en la calle Ayala de la capital malagueña a un precio inferior al de mercado.
Los investigadores averiguaron que detrás de estos hechos había un grupo criminal integrado por un total de 22 personas. Este grupo estaba formado por dos subgrupos organizados y coordinados entre sí, uno asentado en la provincia de Jaén (integrado por nueve personas) y el otro en la de Valencia con 13 implicados.
Cada subgrupo, a su vez, estaba encabezado por dos personas que eran las encargadas de reclutar a otras –normalmente entre familiares y vecinos de su mismo barrio e incluso calle y portal contiguo– a las que en ocasiones pagaban una comisión por figurar como titulares de las cuentas bancarias en las que se recibían las trasferencias procedentes de las estafas.
Se da la circunstancia de que otras veces estos lideres directamente se quedaban con las cartillas y las claves de las «mulas» para su posterior utilización, pero ya no llegaban a pagar ninguna comisión.
Además, los investigadores constataron que en la trama destacaba la figura del cabecilla del entramado criminal, único nexo de unión entre ambos subgrupos, éste se desplazaba entre ambas provincias para controlar al resto de investigados y recaudar los beneficios fraudulentos.
Tras identificar y localizar a todos los implicados, la Policía detuvo a un total de 22 personas, entre ellas los principales cabecillas. Nueve detenciones se llevaron a cabo en la provincia de Jaén y 13 en la de Valencia. La investigación ha permitido hasta el momento el esclarecimiento de 42 denuncias en diferentes provincias con un fraude superior a los 15.000 euros.
En el transcurso del operativo, que se ha llevado a cabo con la práctica de los registros domiciliaros de los principales investigados, se han intervenido documentación, un equipo informático, varios teléfonos móviles y cartillas bancarias utilizadas en la comisión de los hechos.