Es posible que los términos error y temor no sea una
casualidad etimológica, para que se parezcan tanto.
El error, nos produce terror, también vergüenza y culpa.
Bajamos la mirada, y nos reprochamos no haber sido
capaces de acertar, de escoger la opción correcta…
Desde pequeños, hemos vivido en una sociedad que
premia el acierto y penaliza el error.Cuando nos
presentamos a un examen, si acertamos las respuestas
sumamos, mientras que los fallos no cuentan.El error
para nuestro sistema educativo, es estéril y vacío, nada
se puede sacar de el. Nuestro miedo a equivocarnos, se
traduce a menudo, en miedo a decidir.Si no decidimos
no fallamos, y si no lo hacemos, no nos podemos hacer
reproches ni nos sentiremos culpables.
«Crecer es aprender, y aprender es equivocarse».