Miguel Roldán Espinosa, acusado de tráfico de personas, advierte de que Europa «desconoce lo que está ocurriendo en las costas de Libia»
Miguel Roldán Espinosa nació hace 32 años en Cuevas Bajas (Málaga) y en 2013 sacó su plaza de bomberos en el Ayuntamiento de Sevilla. En junio de 2017 participó junto a más voluntarios en una misión de la ONG alemana Jugend Rettet para auxiliar a inmigrantes en las costas de Libia. «Nuestro barco y nuestras manos salvaron 5.000 personas abocadas al fracaso». Ahora la Justicia italiana ha abierto una investigación contra diez de estos voluntarios, entre ellos este andaluz, por presunto tráfico de personas.
Este joven bombero, «agobiado» por toda la situación que se le ha venido encima pero agradecido por el apoyo recibido, conoció la situación de investigado al comienzo del mes de junio de 2018, justo un año después de haberse embarcado durante más de 15 días a bordo del barco Iuventa de la ONG alemana con una misión: auxiliar y salvar a las miles de personas que tratan de alcanzar las costas europeas desde Libia en busca de una vida mejor.
Roldán no es el único al que investiga la Justicia italiana, pues la causa está abierta contra un ciudadano portugués, una escocesa y siete alemanes. Todos ellos están acusados por tráfico de personas y se enfrentan a penas de cárcel que pueden alcanzar los 20 años.
«Durante la misión no tuvimos ningún problema y nadie nos advirtió de posibles irregularidades», ha asegurado, explicando que toda su actuación estaba regulada por el Centro de Control en Roma. «Todo se hacía bajo la órdenes de Roma. Si decía que no, pues no se podía hacer nada. De hecho, tuvimos que hacer frente a situaciones difíciles, como ver la muerte de personas por culpa de este tiempo de espera», ha lamentado.
Y después de este trabajo en la misión, «nos comunican que estamos bajo investigación judicial», que se está llevando «con secretismo y hermetismo», pues parte de la misma se encuentra bajo secreto de sumario. «No sabemos las causas, qué hemos hecho mal para acarrear esta situación», ha afirmado desconcertado.
Roldán, junto a otros voluntarios, entre ellos algunos españoles más, se embarcó en junio de 2017 en un misión que partía desde La Valeta (Malta) hacia la costa fronteriza con Libia, siendo éste el campo de trabajo y la zona de búsqueda y rescate.
En agosto de ese año Italia inmoviliza el barco Iuventa a la ONG alemana, actualmente en casi «bancarrota» y sin intervenciones en el Mediterráneo.
«Mi misión terminó satisfactoriamente, fue la que más personas cruzó y más gente ayudó. Nuestro barco y nuestras manos salvaron a 5.000 personas», ha expresado Roldán, que un año antes también participó en una misión en la zona griega de Lesbos.
«Es duro decir estas cifras en un periodo tan corto de tiempo», ha admitido. Si bien, ha subrayado que fue una misión «satisfactoria porque salvamos a muchas personas abocadas al fracaso. Si la ONG no interceptaba a estas personas, la muerte era segura. Es imposible que las embarcaciones en las que viajaban desde Libia llegasen a Europa, donde la costa más cercana era la italiana de Lampedusa, a 250 kilómetros».
«SE PRIMA LO MALO Y SE CASTIGA LO BUENO»
De forma rotunda confiesa que tiene una sensación «contradictoria» tras haber salvado tantas vidas y ahora estar acusado de tráfico de personas. «Estamos un mundo al revés, donde se prima lo malo y se castiga lo bueno. Sinceramente no me creo esto, no sé hasta dónde va a llegar, aunque sí cuál es la finalidad, terminar con las ONGs en el Mediterráneo y así ha ocurrido».
En este sentido, ha añadido que desconoce hasta dónde quieren llevar esta situación: «No sé si quieren seguir con la mentira, llevarla al final y meterme en la cárcel o dónde está el límite. Es un sinsentido», ha manifestado.
Indignación, agobio,… son muchas las palabras que se le vienen a la cabeza para definir lo que siente. «Es irreal». Roldán, junto a los otros investigados, participa en una plataforma paralela a la ONG, que se llama ‘Solidarity at sea’, para recaudar fondos para continuar con la causa judicial. Sólo el bufete de abogados en Italia supone 150.000 euros y el proceso, según estimaciones, podría ascender a 500.000 euros.
«Estamos hablando de cantidades muy elevadas por hacer una cosa de la que me siento orgulloso. Es injusto», ha insistido este bombero andaluz, que niega haber visto algo sospechoso durante su misión. «Lo único que puedo decir es que Europa y España no saben lo que pasa. No somos consciente de la masacre que está ocurriendo en las costas de Libia, donde está muriendo muchísima gente y se desconoce».
Precisamente sobre el periodo de investigación, Roldán ha indicado que su abogado les ha trasladado que éste podría terminar a mediados o final de este verano, añadiendo que la Justicia italiana es «lenta». «Mientras más se retrase más tiempo van a estar las costas sin ayuda. Se ha conseguido lo que se quería, que no haya ONGs en el Mediterráneo y no hay nadie que pueda salvar a esas personas».
En este sentido, ha asegurado que «la solución» a esta situación de la inmigración «no son las ONGs, sino Europa, pero si no ponen los medios, alguien tiene que hacerlo», ha cuestionado, pidiendo que si las autoridades europeas no lo hace, que dejen a las organizaciones no gubernamentales.
UN PRECEDENTE, TRES SEVILLANOS JUZGADOS EN GRECIA
En mayo de 2018 Manuel Blanco, José Enrique Rodríguez y Julio Latorre, tres bomberos sevillanos detenidos en 2016 en Lesbos por la Guardia Costera Griega cuando desempeñaban como voluntarios de la ONG Proem-AID tareas de rescate de refugiados fueron juzgados en Mitilene por un presunto delito de tráfico de personas, penado con diez años de cárcel, del que fueron absueltos.
Para Miguel Roldán, existen «ciertas similitudes y diferencias» con el caso de estos bomberos sevillanos. Él participó con una ONG alemana, mientras Proem-AID era española. Es el único español acusado. Y la principal diferencia: «Era un Gobierno griego de una cierta ideología y ahora uno italiano, con un ideología que todo el mundo sabe».
El Ayuntamiento de Cuevas Bajas, donde nació este bombero, aprobó este pasado lunes por unanimidad manifestar el apoyo y el reconocimiento a la labor humanitaria de Roldán y de la misión de salvamento marítimo desarrollada por la ONG, según informó a Europa Press el alcalde, Manuel Lara.
Así, el regidor socialista indicó que el Pleno de la corporación, formada por PSOE e IU, manifestó la convicción del derecho que asiste a todo solicitante de asilo, refugio u otra forma de protección internacional, y todo ello más allá del reconocimiento que supone el cumplimiento del deber irrenunciable de socorro a náufragos.
También se acordó trasladar dicho acuerdo a las instituciones locales y provinciales de Andalucía, así como al Parlamento andaluz, al Congreso de los Diputados, al Ejecutivo central y al Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, para que este último lo traslade al Gobierno de Italia.
LOS INMIGRANTES, «LAS VERDADERAS VÍCTIMAS»
«Gracias a todas las personas que me están ayudando», ha expresado Roldán con respecto al apoyo que está recibiendo. «Nadie me ha cerrado las puertas y poco a poco se va conociendo el caso», ha resaltado.
«Los voluntarios investigados no somos las verdaderas víctimas de todo esto, sino las personas que se quedan sin ayuda en el Mediterráneo», ha reflexionado, lamentando que lo que tenía que ser poner el foco en una «injusticia» se está centrando en una causa judicial. «Otra vez los europeos en el centro como lo importante, olvidando a las personas que cruzan el mar, sin ayuda y sin divulgación».
«Si todo esto por lo que estamos pasando sirve para mirar más allá de las fronteras e ir a los países de origen para ofrecer otras soluciones, será un logro», ha concluido.