Escuela primaria: cuando el niño no quiere hacer los deberes.
Una de las primeras dificultades que enfrentan las madres y padres con un hijo/a entre los seis y los 11 años de edad es la predisposición emocional y de comportamiento para enfrentar el compromiso escolar.
Con el ingreso a la escuela primaria, una de las quejas más generalizadas entre madres y padres es la tarea de la tarde.
Si nuestro hijo/a no quiere hacer su tarea, ¿qué estrategias podemos adoptar? Para ello propongo las siguientes seis reglas, que representan una manera de prevenir problemas y dificultades escolares.
6 reglas simples a seguir cuando el niño no quiere hacer su tarea
- Cambiar a la acción
El primer obstáculo que deben enfrentar los padres es poder comenzar la tarea. Para la mayoría de los estudiantes nunca es el momento adecuado, y frente a sus referencias continuas (“en cinco minutos las hago”, “termino el dibujo y la hago”) los padres y madres perseveran en la solicitud, en la forma verbal y en preguntas como “Entonces, ¿aún no has empezado?” hasta que pierdas la paciencia. Ir a la acción significa, en cambio, involucrar directamente al niño/a en un comportamiento práctico: “¡es hora! Coge la agenda y mira lo que dice … “.
- Alternativa de ayuda y autonomía.
“Ahora lees, te escucho, luego corregimos juntos”, “hazlo hasta aquí, cuando hayas terminado de revisar”: el niño/a experimenta sus propios recursos, sin embargo, bajo la guía de los padres y madres, que tendrá que limitar la ayuda únicamente. al principio y al final de una tarea, para que el niño adquiera seguridad.
- Duda en lugar de alentar.
Frente a las dificultades, promover el desarrollo de habilidades de resolución de problemas autónomas (“¡es difícil saber si eres capaz!”, “Creo que tardarás al menos 15 minutos en finalizar, es difícil hacerlo en menos tiempo”). En otras palabras, se trata de preparar pequeños desafíos calibrados sobre las habilidades del niño/a.
- Conceder la posibilidad de error.
Es importante dejarle al niño/a el espacio, el tiempo y el derecho a cometer errores. La corrección puntual de las madres y padres, especialmente al comienzo de la carrera escolar, puede desmotivar al niño/a y evitar que gane seguridad.
- Gratificar pero no exagerar.
Es importante que las madres y padres midan las gratificaciones y los premios frente a los éxitos del niño. Esto se logra circunscribiendo la gratificación al resultado realmente logrado (“pero … ¡Quien nunca lo hubiera dicho, fue difícil!”, “Con esto fuiste muy bueno, veamos cómo lo manejas con el siguiente”). De esta manera, se evita el efecto de saturación de las gratificaciones y se estimula al niño para que alcance nuevos objetivos.
- Enseñar por descubrimiento.
Los padres y madres deben recordar que uno realmente aprende algo solo a través de sus propias habilidades. Su tarea es acompañar al niño/a en este viaje de descubrimiento, permitiéndole en algún momento comenzar a navegar solo.
¿Qué hacer cuando las dificultades escolares son más estructuradas?
Cuando el niño/a no quiere hacer la tarea, es solo una de las dificultades que los padres pueden encontrar. Frente a dificultades escolares más estructuradas (bajo rendimiento, negativa a estudiar algunas asignaturas, a veces incluso agresivas, con llanto y / o crisis histéricas), es necesaria una intervención especializada que se diversifique según las características del problema, pero en línea. general incluirá:
- Evite a los padres y madres dramatizar el caso con los maestros, o minimícelos si el “caso” ya había sido creado;
- Identificar con los padres y madres las modalidades que se han adoptado hasta ahora para abordar el problema pero que no han funcionado;
- La prohibición de hablar sobre los problemas escolares del niño/a, especialmente en presencia del niño/a;
- La adopción de estrategias adecuadas para superar el problema.
Psicólogo Te Motivan
Carlos Casaleiz
Hilera 8, Málaga
650484484