El robot que más tiempo ha pasado en Marte no ha podido soportar la tormenta de arena que se cernió sobre él el pasado mes de junio. Después de 15 años enviando información valiosa sobre la superficie marciana, la NASA ha renunciado a establecer contacto con la nave, que está valorada en 400 millones.
Así lo ha explicado el administrador de la Agencia Espacial Estadounidense, Jim Bridenstine, en su cuenta de Twitter: “Después de más de 800 intentos de contactar con el @MarsRover Opportunity, hoy anunciamos que se pone fin a una misión marciana exitosa. Creado para explorar el Planeta Rojo durante 90 días, “Oppy” sobrevivió durante más de 14 años.
Con esta pérdida no se extingue la presencia de la NASA en Marte, el Curiosity lleva en la superficie del planeta desde 2010 para resolver cuatro importantes cuestiones: determinar si existió vida en el Planeta Rojo, caracterizar su clima, determinar su geología y recopilar el mayor número de datos posible cara a una próxima exploración humana.
Aterrizó en Marte el 24 de enero de 2004 junto con el Spirit, su gemelo, que finalizó su actividad en 2010. Ambos pesaban unos 180 kilos (considerados robots ligeros), medían en torno a un metro y media y funcionaban mediante la energía que obtenían de los paneles solares instalados en su parte superior. El Curiosity es tres veces más pesado, pero está dotado de instrumentos científicos más avanzados.
En estos casi tres lustros, Opportunity ha realizado maniobras nunca vistas en el espacio, entre ellas trepar hasta el mismo borde del cráter Victoria, arrojarse a su interior y salir de nuevo.
En una ocasión también se quedó atascado en la arena marciana, y consiguió escapar con una “misión de rescate” diseñada desde la Tierra: los ingenieros de la NASA ensayaron las maniobras con una réplica exacta del vehículo para después replicarlo con la sonda.