Los alcaldes y las alcaldesas de la ciudad de Barcelona, Madrid, Zaragoza, Valencia, Nápoles, Palermo, Siracusa, Milano, Latina y Boloña se reunieron en Roma el 9 de febrero del 2019 para declarar lo siguiente:
- El Mar Mediterráneo ha sido el hogar en común de civilizaciones milenarias, en las que el intercambio cultural ha significado progreso y prosperidad. Hoy se ha convertido en la fosa común de miles de jóvenes que encuentran su muerte debido a la ausencia de canales de entrada legales y seguros. Las ciudades, lugares de convivencia entre hombres y mujeres de diferentes orígenes y refugio para migrantes y solicitantes de asilo, observan con asombro la tendencia de los estados europeos en contra de los derechos de las personas que intentan cruzar el Mediterráneo.
- Consideramos legítimo el objetivo de escapar de la violencia o la falta de oportunidades y libertades democráticas, y creemos que la solución es la paz y la democracia. De igual manera creemos que las migraciones deben gestionarse de manera ordenada y coordinada por varios organismos gubernamentales. También reconocemos que los recién llegados deben tener los mismos deberes y derechos como cualquier otro ciudadano.
- El cierre de los puertos italianos y malteses a los barcos de rescate y el reciente bloqueo burocrático en los puertos españoles e italianos de los barcos de Open Arms, Aita Mari, SeaWatch3, junto con el de los puertos franceses, son ejemplos prácticos de cómo Europa también se está hundiendo.
- Creemos que Europa naufraga cuando viola la ley del mar, cuando reduce los medios de sus guardacostas, cuando acusa de tráfico de personas a quienes rescatan a migrantes, que es lo que los estados deberían hacer, y también cuando intenta cancelar los mecanismos de la solidaridad en nuestras ciudades. Naufraga cuando los gobiernos europeos esconden sus propias banderas y supuestas soluciones prácticas, se niegan a ayudarse a sí mismos en solidaridad para abordar el problema de los flujos migratorios debido a conflictos regionales. Se hunde el proyecto europeo cuando las armas se venden y el conflicto se nutre en el sur y el este del Mediterráneo sin asumir ninguna responsabilidad, cuando se levantan muros para crear áreas de oscuridad informativa y humanitaria, cuando se cierran las fronteras comprando gobiernos de terceros y pagando ejércitos extranjeros para hacer el trabajo sucio. Se hunde cuando confunde a las víctimas de los conflictos con sus asesinos, como lo está haciendo la extrema derecha europea.
- Debemos salvar a Europa de sí misma. Nos negamos a creer que la respuesta europea a este horror sea la negación de los derechos humanos y la inacción frente al Derecho a la Vida. Salvar vidas no es un acto negociable y negar la partida o llegada a los barcos al puerto es un delito. Forzar a las personas a vivir en un clima de creciente desigualdad en ambas orillas del mar es una solución a corto plazo que no garantiza ningún futuro, especialmente cuando los flujos migratorios más imponentes se producen al seguir otras rutas más no las marítimas.
- Las ciudades presentes quieren reconocer la acción y el coraje de la sociedad civil representada por los barcos de Open Arms, SeaWatch, Mediterranea, Aita Mari, SeaEye, del barco pesquero de Santa Pola, el alcalde de Riace, la Guardia Costera italiana y el Salvamento Marítimo español, así como todas las organizaciones humanitarias que operan en las fronteras. Exigimos que los gobiernos de Italia, España y la Comisión Europea abandonen la estrategia de bloquearlos y criminalizarlos.
- Hoy nos hemos reunido en Roma para sellar una alianza entre ciudades europeas que apoyan a las organizaciones humanitarias y a los barcos de ayuda europeos en el Mediterráneo. Al mismo tiempo, las ciudades europeas continuarán trabajando juntas para combatir la involución de los principios fundadores de la Unión Europea y para llevar el proyecto europeo a flote. Una alianza en el mar y otra en la tierra para un Mediterráneo con un futuro por delante.