Yo, no había visitado las colmenas antes, así que para
empezar, me dio una lección de lo que ella llama»patio
de abejas».Me recordó, que el mundo es en realidad
eso mismo, y las mismas reglas funcionan en ambos
lugares. No hay que tener miedo, ya que ninguna
abeja amante de la vida, nos quiere picar.Aún así, no
hay que ser un idiota; debemos usar camisa de manga
larga, y pantalones largos.Si nos sentimos molestos,
un buen sistema es silbar, pues la ira se marcha de
ese modo, y así se derrite el temperamento de una
abeja.Debemos saber, lo que estamos haciendo,
incluso si no lo hacemos. Y por encima de todo, es
conveniente, enviar amor a las mismas. «Cada pequeña
cosa necesita ser querida».