¿Qué se oculta tras la impaciencia?. Básicamente el miedo
a fracasar. Las personas que desean satisfacer con rapidez
sus deseos- por ejemplo con una promoción laboral-, en
realidad, no están seguras de poder abrirse camino por
sus propios medios. Por eso, se aferran a la inmediatez
como si fuera su última oportunidad.
Este es el perfil de las personas que viven pendientes de
un golpes de suerte, de hallar un hueco que les permita
infiltrarse en una posición que, en el fondo, creen que no
les corresponde. El oportunista, es impaciente porque sabe
que solo puede medrar cuando los elementos externos se
conjugan caprichosamente a su favor.
No hay que dejarse atrapar por la inmediatez, tampoco
hay que dormirse en los laureles, debemos permitir que
el tiempo madure nuestras decisiones y actos.