La empatía, nos impulsa a cambiar de perspectiva para
ver lo que hay más allá de nosotros. Pero ¿y si lo que
hay al otro lado no fuera tan distinto como nos figuramos?.
«La ilusión fundamental de la humanidad, es suponer que
yo estoy aquí y tu estás allí». Pensemos en esas personas
que creemos tan distintas a nosotros que el acercamiento
nos parece imposible. Si analizamos sus necesidades e
ilusiones, tal vez descubramos que esa distancia, es solo
una ilusión de nuestra mente, porque los seres humanos,
somos mucho más parecidos de lo que estamos dispuestos
a aceptar.Las formas pueden engañar, pero en el fondo
todos necesitamos sentirnos amados,obtener el recono-
cimiento por nuestra labor profesional, escapar del dolor,
y crear un ambiente de calma a nuestro alrededor.
¿Dónde están las grandes diferencias?. Tal vez el grado
máximo de empatía, consista en reconocer, al fin, que
no existe una barrera que separe el yo de los demás.
Cuando logramos vencer esta frontera imaginaria que
solo genera lucha y aislamiento, y pensamos en clave
de «nosotros», el conflicto se desvanece y nos sentimos
unidos al mundo.