La crisis medioambiental y ecológica producto de la actividad indebida del ser humano, la industrialización y el cambio climático no tiene precedentes, salvo si hablamos de cataclismos como el cretácico, cuando hace 65 millones de años un meteorito casi acaba con la vida en la Tierra.
Sin embargo, hay lugares donde los cambios están afectando de una forma más drástica. En concreto, los producidos por las emisiones de carbono creadas por la civilización del Homo sapiens.
Un nuevo estudio, firmado por cinco investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y publicado en la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, apunta a que, a pesar del aumento de fenómenos climáticos extremos que afectan a los ecosistemas terrestres, es en los océanos donde las consecuencias son más drásticas, lo que por supuesto tiene consecuencias para los seres que habitan el planeta, ser humano incluido.
Los investigadores han examinado las perturbaciones en la temperatura oceánica desde 1871, comparándolas con otros estudios sobre el calentamiento global y cómo afecta este a los mares del mundo. Y la conclusión da miedo: sugieren que con el brutal aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero en los últimos 150 años, el calentamiento de los océanos durante ese período equivale a la detonación cada segundo desde 1871 de 1,5 bombas atómicas como las lanzadas en Hiroshima y Nagasaki en 1945, según el cálculo realizado por The Guardian a raíz del estudio, una cifra que el profesor Laure Zannat, uno de los autores del mismo estudio, confirmó.
La cosa no queda ahí. El incremento de emisiones de las últimas décadas ha aumentado el ritmo del calentamiento de los mares aún más, con lo que desde 1990 la comparación correcta sería con tres bombas atómicas. Zannat, de hecho, señaló otra comparación al rotativo británico: el calentamiento oceánico desde 1871 equivale a un millar de veces la energía utilizada por el total de la humanidad al año.
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Tal como señalan los académicos, “desde el siglo XIX, las crecientes concentraciones de gases de efecto invernadero han causado que el océano absorba la mayor parte del calor y el calentamiento de la Tierra”. De hecho, sus cálculos, que concuerdan además con otras investigaciones, demuestran que “el océano absorbió tanto calor durante el período comprendido entre 1921-1946 como durante los años 1990 a 2015”.
Esto ha producido, según el estudio, una expansión térmica y una aumento del nivel del mar, lo que ha hecho que “los océanos tengan un papel importante en el desequilibrio energético de la Tierra”.
A día de hoy, según señalan estos investigadores, los océanos absorben el 90% de las emisiones de carbono causadas por el ser humano, siendo las profundidades de los océanos donde el calor se está almacenando, causando entre otros fenómenos, un aumento del nivel del mar y de su temperatura que provoca perturbaciones atmosféricas mucho más potentes.
(Cubadebate)