Adelante Andalucía no descarta acudir a los tribunales en el caso de que no consiga uno de los siete puestos de la Mesa del Parlamento que se constituye este jueves, cuando arranca en Andalucía la XI Legislatura, toda vez que entienden que, de ser así, puede incluso haber «casi prevaricación» por el incumplimiento del artículo 36 del Reglamento de la Cámara, que recoge que todos los grupos deben tener representación en dicho órgano de gobierno.
Así lo han trasladado los líderes de la confluencia y coordinadores generales de Podemos Andalucía e IULV-CA, Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo, respectivamente, en declaraciones a los periodistas en los pasillos del Parlamento, donde han insistido en que debe darse cumplimiento al referido artículo y que no hacerlo «sería una cuestión casi de prevaricación», si bien irán «paso a paso» a expensas de ver qué ocurre en la sesión constitutiva que se celebra a partir de las 12,00 horas.
Sobre la sentencia que dictó en la pasada legislatura el Tribunal Constitucional relativa a la Mesa, Maíllo ha incidido en que la misma «no enmienda el artículo 36» sino que era un pronunciamiento «respecto a la reclamación de una diputada».
«Exigimos estar en la Mesa porque nos corresponde, va a ser un escándalo que Vox entre no porque tenga votos suficientes sino porque diputados del PP-A y Cs votarán a uno de Vox para que entre y se nos excluya a nosotros», ha censurado el líder andaluz de IU, que defiende que aplicar el artículo 36 «no es una concesión graciosa a Adelante sino un derecho que exigimos como propio votando a nuestros candidatos».
Teresa Rodríguez, de su lado, ha sostenido que Adelante, con 600.000 votos y escasos 70.000 votos menos que el siguiente partido –Cs, que aspira a presidir el Parlamento– tiene derecho a estar en la Mesa, y que su presencia en este órgano «es una cuestión de calidad democrática y representatividad de las instituciones».
Ha explicado que durante casi un mes han entablado conversaciones con todos los grupos parlamentarios salvo con Vox para reclamar su puesto en la Mesa toda vez que, como ha apuntado, «la singular forma de decidir la Mesa exige del voto del resto de votos».
Tras incidir en que además empieza una legislatura que será «muy especial» porque el Parlamento tiene que ser «un contrapeso a un gobierno dirigido por la hidra de tres cabezas, las tres derechas andaluzas»; Rodríguez ha explicado que también han trasladado al PSOE-A su postura con la intención de que se haga realidad de forma inmediata «y no haya que batallarla en los tribunales», si bien los socialistas les trasladaron que «no iban a ceder ninguno de los dos puestos que le correspondería».
«PP y Cs votarán un candidato de ultraderecha para que entre en la Mesa a costa de Adelante Andalucía», han censurado los líderes de la confluencia, que apuntan que «en condiciones normales, si no hubiera un pacto previo PP-Cs-Vox, Adelante tendría representación pero se prestan los votos para que nosotros salgamos y entre Vox».
NO «BLANQUEARÁN» A CS
Entretanto, ha señalado su oposición al acuerdo cerrado entre PP-A, Cs y Vox para la Mesa explicando que entienden que su obligación para con los votantes de Adelante Andalucía es «pelear por tener esa representación en la Mesa y ser garantía de parar a las derechas» y esto último, como ha proseguido, «suponía no aceptar operaciones de blanqueo de un pacto a tres que Cs, en una batalla por el relato, ha intentado disimular un acuerdo que ya tenían con Vox y el PP, tanto para la Mesa como para el gobierno».
«Por coherencia no participamos de alianzas entre la derechas y las extremas derechas andaluzas», ha apostillado la líder de Podemos, que ha subrayado que estos tres partidos «tienen que presentarse como lo que son, una triple alianza de la derecha y la extrema derecha, y nosotros, su oposición más firme durante estos cuatro años».
Además, Rodríguez ha precisado que la oferta que les ha hecho Cs «no es una concesión graciosa» pues el partido naranja «nunca ha apostado por la representación de todos los partidos en la Mesa de los Parlamentos, ese es el discurso que tiene ahora porque les viene bien» para «disimular esa alianza que van a tener no solo para la Mesa o el Gobierno, sino también para la legislatura».
Y es que, como ha subrayado, «van a estar cuatro años atados a las decisiones de un partido racista, homófobo, misógino y que potencia una sociedad donde solo salgan adelante los más fuertes y poderosos frente a los más débiles».
«Por un puesto en la Mesa no vamos a blanquear esa operación, es un ejercicio de responsabilidad», ha zanjado Teresa Rodríguez.