Bernardo Montoya, el detenido por el crimen de Laura Luelmo, trató de huir a pie cuando este lunes sospechó del seguimiento que estaba practicando a su coche la Guardia Civil, según han informado a Europa Press fuentes de la investigación.
El arrestado se encuentra en el Puesto del Instituto Armado en Valverde del Camino, a la espera de que sea interrogado y, posteriormente, pase a disposición de la juez instructora de esta localidad onubense, que ha decretado el secreto de sumario y el lunes a las 18.40 horas ordenó el levantamiento del cadáver.
La ley fija un máximo de 48 horas antes de que Bernardo Montoya pase a disposición de la juez. En el Puesto de Valverde del Camino se encuentran los especialistas de la Unidad Central Operativa (UCO) que participaron en otros interrogatorios como el de Diana Quer.
El principal sospechoso de la muerte de la profesora de 26 años natural de Zamora paró el coche y salió corriendo campo a través cuando se encontraba en la periferia de El Campillo, el pueblo de Huelva donde vivía Laura.
El presunto autor del crimen residía en una casa en la calle Córdoba, justo enfrente de la joven, concretamente en una antigua vivienda que tiempo atrás fue propiedad del clan familiar de los Montoya.
Bernardo tiene 50 años (nació en 1968) y su familia es originaria de Badajoz. Este martes, 24 horas después de que un voluntario alertara de que había descubierto ropa de mujer, llevando a la Guardia Civil a encontrar el cuerpo de la maestra natural de Zamora, agentes del Instituto Armado desplegaron un amplio dispositivo en la calle de El Campillo donde vivía de alquiler la joven.
Bernardo es hermano de Luciano Montoya, un vecino al que se descartó como sospechoso del crimen porque el 12 de diciembre, día de la desaparición de Laura Luelmo, se encontraba interno en la prisión de Ocaña (Toledo). La cárcel le concedió un permiso este lunes, el mismo día que apareció el cuerpo con señales de violencia.
No obstante, este vecino, con un historial de violencia hacia las mujeres, tiene un hermano gemelo, Bernardo, que también cumplió una condena por asesinar a dos ancianas y, posteriormente, otra por dos robos con violencia. Este segundo sí se encontraba en libertad cuando desapareció Laura Luelmo.