El Hospital Regional de Málaga ha iniciado la reforma de la planta de Oncología Pediátrica del Materno Infantil, que incluye, a su vez, la de las cámaras de trasplante oncohematológico.
Para este proyecto ha sido fundamental la colaboración de la Asociación de Voluntarios de Oncología Infantil de Málaga (AVOI), que ha recaudado más de 200.000 euros para el proyecto de los espacios de aislamiento.
La reforma, que comenzó el 3 de diciembre, contempla la mejora de la planta de hospitalización así como de las cámaras de trasplante, un espacio en el que ingresan tanto los menores que están a la espera de recibir un trasplante como los que deben permanecer aislados tras practicarles un injerto. El tiempo medio de ingreso en la misma es de unos 21 días.
La delegada de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Ana Isabel González, ha presentado la reforma con el director gerente del Hospital Regional, Emiliano Nuevo, y el presidente de AVOI, Juan Carmona. También han participado uno de los arquitectos del proyecto, Leopoldo González; el constructor de las obras, Juan Borrajo; la responsable de Solidaridad Social y Educación de la Fundación Unicaja, Ana Cabrera; la de Hematología Pediátrica del Materno, Ángeles Palomo; la de Oncología Pediátrica, Ana Benito y la supervisora de la planta, Yolanda Rando.
Las obras de la cuarta planta tienen una duración de dos meses y se ha tenido que trasladar a todos los menores actualmente ingresados a la sexta planta del ala de Maternidad, recién reformada y que cumple con los mismos criterios de seguridad que en la que estaban ingresados hasta la fecha, según la delegada de Salud. Además, todo el personal de Oncología Pediátrica ha sido trasladado al otro ala hasta la inauguración de la planta, prevista para febrero.
Las obras de la planta de Oncología, que realiza el hospital, pretenden mejorar la intimidad del paciente, la seguridad de los trabajadores y la accesibilidad.
Se actuará en las 15 habitaciones de hospitalización, el pasillo de acceso, el control de enfermería, la lencería y en la zona de ascensores, que tendrán nuevos revestimientos y puertas de resistencia al fuego.
Se sustituirán los revestimientos en paramentos verticales y horizontales, dotándolos de otros de alta resistencia a los golpes y de fácil limpieza; sustitución de techos, creación de máxima accesibilidad en aseos eliminando el plato ducha en alto creando una ducha a nivel de suelo. También se ejecutan las instalaciones de electricidad, fontanería, el botón de llamada enfermo-enfermera, la climatización y los gases medicinales.
Asimismo, se instalarán luminarias tipo LED, cabeceros metálicos para las tomas de corriente y de gases medicinales de las habitaciones y nuevos televisores de 32 pulgadas. Del mismo modo, la dirección del Regional ha previsto un circuito asistencial específico para los menores que requieren de ingreso en cámara de aislamiento. Para ello, se ha trabajado de manera estrecha con los hospitales Reina Sofía y Virgen del Rocío, que durante el tiempo que dure la obra darán soporte a estos menores y sus familias.
«Se trata de menores en situación de inmunosupresión que deben estar ingresados en cámaras de aislamiento específicamente creadas para su estancia y con personal especializado para su correcta atención sanitaria», ha explicado el gerente del Regional quien ha agradecido al personal del Materno su implicación así como al de los hospitales que colaborarán en los cuidados de los menores que se trasladen a Córdoba o Sevilla. La dirección ha calculado que el número de niños que deba trasladarse en estos dos meses no será superior a ocho.
Cada año ingresan en esta planta del hospital 500 niños, de los que 20 lo hacen en la cámaras de trasplante. La responsable de hematología pediátrica, Ángeles Palomo, ha señalado que el cambio será positivo: «Supone una mejora en cuanto al cumplimiento estricto de las medidas de aislamiento, porque habrá nuevos filtros que mejorarán la seguridad; y habrá más amplitud, comodidad y confortabilidad de un espacio en el que a veces deben permanecer sin salir hasta seis semanas».
Las cámaras de aislamiento son espacios reservados para los pacientes que van a recibir un trasplante alogénico, es decir, de donante, ya sea de medula ósea de sangre periférica o de cordón umbilical; con el fin de curar su enfermedad. Estos pacientes previo a ese trasplante deben someterse a un tratamiento para prepararles para recibir la medula de su donante y, que de esa manera, pueda prender en el receptor. «Esta fase de aplasia es una etapa de riesgo de múltiples potenciales complicaciones pero sobre todo de tipo infeccioso y de ahí la necesidad de aislamiento», ha añadido.
La jefa de sección de la Unidad de Oncología pediátrica, Ana Benito, ha indicado que La remodelación supondrá «un incremento significativo en la calidad de atención a los niños oncológicos así como de su confortabilidad y de sus familias».
Para la supervisora de enfermería Yolanda Rando, la humanización, dentro de este tipo de tratamientos, es clave: «Los menores pasan muchas semanas ingresados, por eso una decoración cálida y adaptada a sus necesidades es fundamental para que estén lo más cómodos posible».
El presidente de AVOI ha mostrado su entusiasmo por el proyecto, que considera «un sueño». «Estamos un poco nerviosos porque queremos que todo salga muy bien y que todas las personas que han ayudado se sientan orgullosas. Pero sobre todo estamos muy felices tanto por el resultado como por la cantidad de amigos que hemos encontrado en el camino».
Así, ha explicado que la idea de poner en marcha la reforma de las cámaras de aislamiento surgió tras el trabajo diario, después de 25 años, con el personal de la planta de Oncología Pediátrica. «Nuestra función en el hospital –ha continuado– siempre ha sido la de jugar para que los niños y niñas hospitalizados pasen su estancia lo mejor posible, pero quisimos llegar un poco más lejos y unidos a enfermería pensamos que era bueno dar un cambio a la situación de las cámaras de trasplante, porque así mejoraría la calidad de vida de los niños».
Tras varias reuniones, organizaron verbenas simultáneas en diferentes pueblos hasta superar la treintena, con el resultado de 1.800 voluntarios trabajando y una recaudación de más de 200.000 euros. «Queremos que las cámaras sean un lugar mágico, lleno de fantasía, cómodo y agradable, tanto para los niños como para su acompañante y el resto de la familia, que estará muy cerquita. Esto sin duda mejorará su estado de ánimo, lo cual es fundamental en estos tratamientos», ha señalado Carmona.
Uno de los arquitectos, Leopoldo González, ha subrayado que el objetivo que las cámaras sean parte de la terapia, no sólo ampliando el espacio actual y dotándolo de mejor iluminación natural, «sino intentando que la excepcionalidad de este acontecimiento en su vida se pueda convertir en algo positivo gracias a una especial tematización».
El proyecto, elaborado por 969 Arquitectos, contempla la ampliación de las salas de visita a través de cristales, con el diseño de un espacio de relación entre las dos salas donde compartir momentos. «Pretende introducir una experiencia espacial en la terapia de esos niños», ha agregado Borrajo. Desde la constructora BIBA, su responsable, Jorge Borrego, ha calificado la iniciativa de «preciosa».
Cabrera, de la Fundación Unicaja, ha recordado el apoyo al proyecto prácticamente desde el principio y ha incidido en la importancia de las cámaras, «que están llamadas a ejercer un desempeño fundamental en la hospitalización de los menores y en su calidad de vida». Además, ha elogiado la iniciativa de AVOI, «que conecta de lleno con la línea de actuación de la Fundación Unicaja, que prioriza tanto el impulso de la investigación, como la mejora y humanización de todo el proceso de asistencia a la infancia».
