Málaga y Granada llegaron a su primer enfrentamiento de la temporada en el tercer y cuarto puesto de la tabla, respectivamente, con una escasa diferencia de un punto. Pese a la posible relevancia a la postre del encuentro, el ambiente festivo reinó entre las aficiones en la previa del partido. Los aledaños de La Rosaleda se tiñeron de blanquiazul y rojiblanco en una comunión que ya es tradicional en este derbi andaluz.
En cuanto al juego, los malaguistas trataron de inaugurar el marcador muy pronto, en la primera jugada del partido. El pichichi local, Blanco Leschuk, no logró revolverse bien dentro del área y no pudo conectar con claridad con el balón (0-0 Min1). Tras la intentona inicial, ambos conjuntos igualaron fuerzas y se disputaron el cuero en la parte ancha del terreno de juego.
Ontiveros dispuso de la segunda ocasión más clara para los locales en el minuto 21. El extremo se introdujo en el corazón del área tras una escurridiza jugada individual desde el flanco izquierdo, pero su disparo salió desviado por el primer palo debido a la presión de la zaga nazarí. El cuadro dirigido por Muñiz se volcó en ataque en los últimos compases de la primera mitad, pero no logró llegar con claridad a portería contraria. Con empate sin goles se llegó al descanso.
Tras la reanudación, de nuevo Blanco probó con un testarazo a pase de Pacheco, pero su disparo se marchó por alto en el 47’. Apenas seis minutos más tarde, se adelantaría el Granada CF por mediación de Montoro. El jugador aprovechó un rechace en el área de castigo para batir a Munir (0-1 Min53).
El técnico malaguista movió el banquillo dando entrada a Renato Santos y Haksabanovic por Juanpi y Cifu y, aunque el conjunto blanquiazul insistió en buscar puerta contraria con el apoyo de su público, no logró superar al cancerbero adversario.
Finalmente, el 0-1 se perpetuó en el electrónico cuando el colegiado decretó el final del partido.