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El gobierno municipal ocultó y enmascaró los datos de su propio informe.
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Los peores índices de contaminación se dan en las barriadas con mayor población y menor renta per cápita, como Carretera de Cádiz y Cruz de Humilladero, donde el gobierno municipal se niega a la creación de un bosque urbano.
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De la Torre sigue sin cumplir con el Plan de calidad de aire y el de Movilidad, pese al incremento de atención primaria por afecciones respiratorias y hasta 100 enfermedades asociadas, según la OMS.
Hasta un 40% del territorio de Málaga supera los índices de calidad del aire considerados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como de riesgo para la salud humana, lo que explica el incremento en los últimos años de las consultas de atención primaria por afecciones respiratorias en la ciudad. Ese tipo de afecciones, como asma o alergias, son solo el primer paso para otras relacionadas, que según la OMS suman un total de 101, como el cáncer, patologías coronarias y trastornos neuropsicológicos.
Así lo ha explicado en rueda de prensa Ángel Rodríguez, portavoz de sosteniblidad medioambiental de Málaga Ahora, tras presentar los datos de un estudio de la Junta de Andalucía para Málaga, de otro encargado por el propio Ayuntamiento y un informe del Foro de Sostenibilidad de Málaga Ahora.
Las zonas más afectadas se encuentran principalmente en los distritos del oeste, con especial prevalencia en el área de Barbarela, Carretera de Cádiz y Cruz de Humilladero, «precisamente en el área donde el Ayuntamiento se niega ala creación de un bosque urbano en los antiguos terrenos de Repsol, por lo que en una moción conjunta pedimos que se replantee su proyecto edificatorio, que aumentaría los problemas medioambientales y de movilidad en el distrito». En los polígonos y cercanías (como al sur de la Universidad) así como en núcleos de Miraflores del Palo, los resultados arrojan que calidad del aire «entre deficiente y muy mala», según la tipología oficial.
Son datos desprendidos del proyecto Curmos, encargado por el propio Ayuntamiento, que desmienten las declaraciones de Raúl Jiménez, exconcejal de sosteniblidad ambiental, cuando en enero de 2018 aseguró que la calidad el aire de Málaga era buena: «Mintió en esta misma sala de prensa frente a un problema de salud pública, ocultó algunos datos y otros los enmascaró al inventarse parámetros inexistentes, como el de “nivel medio” en los indicadores de nivel deficiente». Rodríguez incluso ha leído los artículos de las normativas europea, estatal y autonómica que obligan a que la Junta y el Ayuntamiento avisen de manera inmediata al detectar datos similares a los encontrados en Málaga, desde limitar las actividades al aire libre e incluso, en el caso de los grupos sensibles (personas mayores, menores y enfermos respiratorias) permanecer en casa. El Ayuntamiento ocultó los datos y no hizo ninguna de estas recomendaciones, ni siquiera en las zonas más contaminadas, donde normativa obliga a que el municipio recomiende una especial precaución sanitaria, ya que los efectos negativos en la salud son ciertos para toda la población, como recoge la normativa obviada por el Ayuntamiento.
Málaga Ahora, como ha explicado Ysabel Torralbo, portavoz del grupo municipal, presentará en el pleno de mañana una moción para que a la vista de estos resultados el equipo de gobierno cumpla por fin con el Plan de movilidad y con el de calidad del aire, que pasan por medidas para la reducción del uso del coche y fomento del transporte no contaminante y del colectivo, así como el incremento del arbolado urbano.
Por otro lado, Torralbo también ha anunciado otra moción para que se cree una mesa de trabajo con el fin de regular el transporte en coche con conductor y se cumplan los acuerdos para limitar las licencias de vehículos VTC en la ciudad: «Defendemos el sector del taxi porque si desaparece, como ha ocurrido en otras ciudades, se pierde la regulación sobre los precios y se vuelven prohibitivos».