Tú eres, riachuelo que baña los cuerpos, y lluvia que
coquetea con ellos…
Un sueño, que ha decidido perderse en medio de la
noche y la mañana abierta, haciendo pensar en los
momentos gratos.
Te sueles comportar como una flor fresca y lozana, que
enseña el camino idóneo de la vida, en esos precisos
momentos en que ella, parece estar decidida a escaparse
del alma.
Te conviertes en golondrina del aire, descansando en
un nido, con la finalidad de proporcionar deseo y algo
de esperanza, siendo conocedora de que los besos
fríos, conducen al puro invierno.
Sabes muy bien, que el amor con amor se paga, no
conociendo otra forma, ya que éste ni se compra ni
se vende.
No pretendes dejar solo a nadie en la playa hoy
desierta, y menos aún, cuando el sol decide ausentarse.
No es de tu agrado, dejar a nadie como un verso
abandonado en medio de un poema, siempre está
en tu deseo, ser arena blanca y limpia que cubra
la playa.