Las grandes ciudades no han dejado de crecer en los últimos años, donde cada vez viven más personas y donde, por lo tanto, hay mayores atascos y retrasos producidos por la congestión del tráfico. No es de extrañar que la reducción de la presencia de coches y de la contaminación sea uno de los principales retos de los ayuntamientos de las ciudades más grandes de España.
Ante esta problemática hemos ido viendo cómo cada vez iban surgiendo nuevos medios de transporte mucho más sostenibles como los patinetes eléctricos o el hoverboard, ese monopatín eléctrico que parece venir el futuro. Lo que ocurre es que, aunque estos vehículos de movilidad personal representan el futuro de la movilidad urbana, su presencia en las ciudades ha generado numerosos debates acerca de su seguridad y su implantación.
La reducción del uso del coche
La gran mayoría de las ciudades se encuentran saturadas por la gran cantidad de coches que circulan en ellas a lo largo de todo el día. Este es el caso de ciudades como Madrid, Barcelona o Málaga y, por esta misma razón, es en estas ciudades donde hemos visto cómo los nuevos vehículos como el patinete o el hoverboard se han posicionado como los principios medios de transporte.
Las ventajas y beneficios de estos transportes eléctricos son innumerables y la gran mayoría de los usuarios quedan muy satisfechos con su uso, incluyéndolos habitualmente en su forma de vida. Además, el funcionamiento de un patinete eléctrico es bastante sencillo, por lo que es apto para todo tipo de público. Estos vehículos son las perfectas alternativas para moverse por la ciudad porque no solo destacan por la rapidez que pueden alcanzar, de hasta 30 km/hora, sino por la comodidad de su estructura, la cual es plegable y facilita enormemente su transporte.
Es por esto mismo que estos vehículos eléctricos son la perfecta opción para reducir la circulación de coches en las ciudades, ya que son mucho más económicos para todos los bolsillos, aunque una de sus principales ventajas es que ofrecen una mayor libertad de movimiento a los usuarios, ya que estos patinetes los podemos encontrar en muchas zonas de las ciudades, por lo que su uso no está limitado ni a horarios ni a distancias.
Dificultades para su implantación
A pesar de todas estas ventajas, siempre que llega una buena moda se reproduce el mismo escenario, hay un gran sector de personas que recibe la moda con los brazos abiertos, mientras que otro sector no acaba de ver su viabilidad y le encuentra muchas pegas. Esta misma situación la encontramos en torno al debate sobre los patinetes eléctricos y los hoverboards en las ciudades.
Uno de los principales problemas es la dificultad que encuentran los ayuntamientos y las empresas para implantar el uso seguro de estos vehículos. Esto se debe a que hay un espacio limitado destinado al público, entre todos los coches y todos los peatones parece que queda poco espacio para estos nuevos medios de transporte y, por esta razón, actualmente puede existir un poco de caos en las principales calzadas o carreteras de la ciudad.
La velocidad es otro de los temas que requiere la atención de las principales autoridades, ya que estos vehículos eléctricos, al alcanzar los 30 km/horas, van mucho más rápido y esto puede suponer un grave peligro para la seguridad pública vial. Los coches no están acostumbrados a tener que compartir el carril con estos novedosos medios de transporte, aunque tampoco lo están los peatones.
Otro punto controvertido en relación a los patinetes eléctricos es su aparcamiento en las vías públicas, ya que muchas veces se encuentran aparcados en sitios inapropiados o que dificultan el paso, algo que no juega a su favor para la implantación y aceptación en el futuro.
Un futuro prometedor
A pesar de los problemas que podemos encontrar, los vehículos eléctricos tienen un futuro prometedor y se prevé que cada vez será mayor el número de ciudadanos que adapten esta nueva forma de movilidad urbana.
Las regulaciones por parte de las autoridades pertinentes son necesarias para esta nueva moda urbana, ya que son la única manera de solucionar todas las dudas y aclarar a los ciudadanos qué es lo que se puede hacer y lo que está prohibido. Con esto nos referimos a la regulación de la velocidad de todos los vehículos, no solo con los eléctricos, ya que toda la movilidad urbana está en plena en transición a un nuevo modelo.
Aparte de la velocidad, la señalización de la circulación es otra de las principales medidas que se tienen que llevar a cabo. Saber por dónde puede circular cada vehículo ayudará a una mayor organización y respeto en las ciudades. En definitiva, a mayor información mayor será la organización y la reducción del estrés en las ciudades.