La autoestima es un paradigma que se puede construir a través de estrategias cognitivas y depende de la forma en que el individuo se enfrenta a la vida cotidiana.
LA AUTOESTIMA
De acuerdo con las teorías clásicas de James (1890) autoestima depende de la relación que existe entre el ser real, o lo que la persona piensa de sí mismo, y el yo ideal, que es la forma en que la persona le gustaría ser.
La concepción anterior, predominantemente intraindividual, no toma en cuenta las variables ambientales, es decir, aquellos factores que pueden poner en práctica interindividuales o hacer que disminuya la autoestima. Según Bracken (1993) las personas derivan su valor de la información sobre la percepción de los demás. Este conocimiento que tiene la alteridad del sujeto, por medio de un proceso de retroalimentación, se ve influenciada por la idea de que el individuo tiene de sí mismo.
Para Horney (1971) , la imagen, y por lo tanto la impresión de uno mismo depende de la relación que se ha desarrollado entre él y las figuras de apego. En otras palabras, se trata de interacciones afectivas, que se estructuran en los primeros años de vida, que determinan el amor sí mismo o el odio, vista las emociones como la base de la autoestima o el desprecio que el individuo se desarrolla en contra de sí mismo .
Distorsiones cognitivas
Cada persona necesita, a menudo, saber cuánto vale, en términos globales, para establecer su valor de mérito y esto se hace mediante el análisis y la categorización de las experiencias vividas. A veces estos auto-análisis son perturbados por las distorsiones cognitivas, o por pensamientos que perturban la autoestima.
Sacco y Beck (1985) indican un número de distorsiones cognitivas, que son:
inferencias cognitivas, a través del cual los individuos maduran las ideas arbitrarias sobre sí mismos sin el respaldo de los datos reales y objetivos;
abstracciones selectivas, por medio de la cual una pequeña situación particular negativa se extrapola, convirtiéndose emblemáticos y representativos de su forma de ser;
la sobregeneralización, Este es un tipo de pensamiento que se caracteriza por la tendencia a sacar una conclusión general a partir de un acontecimiento puntual que nos haya sucedido y entorno al cuál, inconscientemente, creamos toda una filosofía de vida que resulta poco adaptativa. Las palabras que suelen acompañar a esta distorsión son: “nadie”, “nunca”, “siempre”, jamás”, “todos” o “ninguno”, etc.
La personalización, que le da derecho a sentirse culpable por algún evento negativo que sucedió;
El pensamiento dicotómico, Podríamos definir a este tipo de pensamiento que nos permite ver el absoluto en un solo lado de la escala. Extremo blanco-negro, bueno-malo, frio o caliente y no permite puntos intermedios. Siempre los extremos nos hablarán de problemas en los procesamientos cognitivos de información.
Estrategias para aumentar la autoestima
Para aumentar la percepción positiva de sí mismos hay diferentes estrategias, como la especificación de Toro (2010), tales como:
- el aumento en la técnica de resolución de problemas;
- la implementación de autodiscursos positivos;
- la reestructuración del estilo atribucional;
- la extensión del autocontrol;
- la modificación de los estándares cognitivos;
- el fortalecimiento de las habilidades de comunicación.
La autoestima es a menudo una función de las capacidades que tenemos para resolver problemas. Por lo general, la resolución de las dificultades requiere un procedimiento dividido en fases consecutivas, que son:
- La conciencia de tener un problema;
- El análisis del problema en su totalidad;
- Identificando un objetivo que queremos lograr, al resolver el problema;
- Enfocando las diferentes soluciones para eliminar la dificultad;
- Imaginar los efectos prácticos de cada solución posible;
- La búsqueda de la táctica óptima que permite resolver el problema, a través de la menor desperdicio de energías (Toro, op. cit., p. 34).
La autoestima se puede aumentar a través de un diálogo positivo con uno mismo, con su propia voz interior. En otras palabras, si primero enviamos mensajes positivos a nuestra mente, es muy probable que las auto-percepciones pueden mejorar (Toro, op. Cit., P. 35).
Una contribución considerable a la aplicación de la autoestima proviene de estilo de atribución. En la práctica, si somos objetivos, podemos reconocer que a menudo la causa de ciertos eventos o situaciones que nos suceden y que alteran la percepción de sí mismo no depende sólo de nosotros (Toro, op. Cit., P. 35).
Otra forma de aumentar la autoestima es la reestructuración cognitiva de la percepción de la realidad, utilizando las interpretaciones positivas. En otras palabras, acostumbrarse a leer lo positivo en lo que sucede o vive. De esta manera se aumenta el control de los pensamientos, polarizando hacia la positividad (Toro, op. Cit., P. 36).
A menudo, este cambio de restructuración cognitiva, hacia aquello que hacemos, tendrán sobre sí mismo una cambio muy positivo en la autoestima. De hecho, cuando se tiene grandes expectativa, se corre el riesgo de no estar a la altura de nuestras pretensiones, con la consiguiente afectación a nuestra autoestima (Toro, op. Cit., P. 36).
Finalmente, la posesión de buenas habilidades de comunicación, que te permiten sentirte bien con los demás, aumenta tu autoestima (Toro, op.cit., Página 37).
La autoeficacia
Conectado a la autoestima está la sensación de tener el control de la propia vida y los eventos que suceden. Básicamente, cuanto más se estructura esta percepción y se fortalece la autoestima (Weiner, 1986).
Además, el sentido de autoeficacia es extremadamente importante en la percepción de la autoestima. Con esta construcción, como señala Bandura (2000), nos referimos a la confianza en las propias capacidades para diseñar estrategias que permitan enfrentar de la mejor manera posible cualquier eventualidad. El concepto de autoeficacia se implementa:
Del resultado brillante de situaciones problemáticas previas enfrentadas;
de experiencias vicarias, es decir, haber visto a otros enfrentar situaciones difíciles y salir victoriosos; del estado de bienestar derivado de haber pasado pruebas particularmente exigentes;de la capacidad de imaginar ganar en experiencias difíciles (Toro, op.cit., pag 47 – 48).
Psicólogo Te Motivan
Carlos Casaleiz
650484484