¿Cómo afecta el clima al estado de ánimo?
La influencia del clima sobre el estado de ánimo es una idea que ha perdurado a lo largo del tiempo. Aunque los resultados no son del todo concluyentes existen numerosas investigaciones que confirman la existencia de un mayor número de personas que sufren ansiedad y depresión en los países con una gran ausencia de luz y “mal tiempo”.
Desde hace décadas ha existido una sospecha sobre la influencia del tiempo atmosférico en el estado anímico de las personas, motivo por el que se habla de “buen tiempo” y “mal tiempo”. Los resultados de diversas investigaciones parecen confirmar esta suposición. A través de estas investigaciones se comprobó que los factores climáticos más vinculados a cambios emocionales y conductuales son la temperatura, la luz solar, el viento y las precipitaciones. Dichos factores pueden propiciar diversos síntomas como la apatía, el cansancio, problemas de ansiedad, etc.
Mal tiempo y depresión
Los cambios atmosféricos siempre han estado asociados a variaciones emocionales y comportamentales. En concreto, el frío y la lluvia se han relacionado con un bajo estado de ánimo. Esta asociación está tan extendida que en los últimos años se ha popularizado el conocido “Trastorno Afectivo Estacional”. Sus síntomas son los propios de la depresión como falta de energía, desesperanza, tristeza, pérdida de interés, dificultades en la concentración, inactividad, etc
En cuanto a la ausencia o disminución de luz solar, la mejoría del estado de ánimo experimentada a través de la exposición a la luz solar puede estar mediada por el incremento de los niveles de serotonina. Tal y como explica la Psicóloga especialista María José Polo, del gabinete Psicólogos Málaga PsicoAbreu, la serotonina es uno de los componentes químicos esenciales del cerebro, cuyos cambios de nivel ejercen una notable influencia sobre la función cerebral y la percepción del medio externo. Asimismo, la ausencia de luz contribuye al incremento de elaboración de melatonina, una sustancia implicada en la producción de sueño, lo que explicaría una mayor somnolencia y cansancio durante las estaciones de otoño e invierno.
Mal tiempo y ansiedad
Como se ha mencionado anteriormente, el frío y la lluvia pueden provocar síntomas depresivos. Sin embargo, para algunas personas, la alteración en el estado anímico está más relacionada con signos de ansiedad.
La falta de luz y las bajas temperaturas de las estaciones otoñales e invernales, aumentan la sensación de peligro. Esto ocurre debido a no poder ver con tanta claridad lo que sucede a nuestro alrededor. De este modo se incrementa, en algunas personas, los niveles de ansiedad a través del miedo o la incertidumbre. Además, no poder llevar a cabo planes que se desean hacer al aire libre es otra de las razones influyentes en la aparición de emociones como la rabia, ira o frustración, que están presentes en la ansiedad.