En estos últimos tiempos, somos muchos los que
solemos escondernos, entre las nubes de nácar..
En bueno y conveniente recordar, que si algún día
nos quedamos dormidos llorando,debemos despertar
riendo.
Hay que buscar la armonía como lo hacen las rosas
en silencio.
Nuestro presente, lo llevamos sobre nuestras espaldas,
puede ser más o menos pesado, pero nuestro cuerpo
está preparado para soportarlo sin gran esfuerzo.
Entiendo que nuestro cariño por las personas que
queremos está presente, pero hay que evitar que
se aleje con el viento del atardecer.