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La ley andaluza reconoce el principio de «autodeterminación de género» y la «igualdad efectiva».
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Las asociaciones trans denuncian su incumplimiento en los centros deportivos de gestión municipal: «Un sufrimiento evitable».
«Lo primero que miro en un gimnasio son los vestuarios». Daniel Gutiérrez, miembro de la asociación Transhuellas, ha explicado de esta manera los problemas a los que se enfrentan las personas trans en los centros deportivos, cuatro años después de la entrada en vigor de la ley andaluza integral para la no discriminación por motivos de identidad de género. «Basta con mirarme para darse cuenta de que no soy una mujer, y sin embargo tanto en un gimnasio Inacua [antigua concesionaria de los centros municipales] y hoy en otro Go Fit [la concesionaria actual] me obligan a utilizar las duchas del vestuario femenino». Gutiérrez ha denunciado la falta de formación del personal de estos centros, «lo que provoca meteduras de pata dolorosas», y que, «aun habiendo monitores sensibilizados, no están en los vestuarios, donde las duchas suelen estar expuestas y nos enfrentamos a miradas, cuando no a actitudes, muchas veces agresivas». «Hay días», ha añadido, «en los que sencillamente no puedo ocultar mis pechos porque me duele demasiado la camiseta compresora».
Lipe de Lima, de la directiva de Transhuellas, ha sido directo: «A las personas cis [aquellas que nos son transgénero ni transexuales] nadie les pregunta por sus genitales en un gimnasio, pero nosotros debemos dar explicaciones desde el momento de la inscripción. Solo pedimos que se cumpla la ley para que desarrollemos con normalidad actividades cotidianas». Ambos han agradecido a Málaga Ahora la moción que en este sentido presentará la concejala Isabel Jiménez este lunes en la Comsión de Derechos Sociales.
Protocolo para centros deportivos
Jiménez ha explicado que pedirá la elaboración de un protocolo en colaboración con los colectivos de personas trans de Málaga para garantizar en las instalaciones deportivas municipales los derechos reconocidos por ley, «tanto en las gestionadas de forma directa por el Ayuntamiento como las concesionadas». De hecho, la ley establece que «al objeto de favorecer una mejor integración y evitar situaciones de sufrimiento por exposición pública o discriminación, la Comunidad Autónoma de Andalucía proveerá a todas las personas las acreditaciones acorde a su identidad de género manifestada que sean necesarias para el acceso a sus servicios administrativos de toda índole». Por eso, en palabras de Rosa Galindo, su compañera en el grupo municipal, «estas situaciones como las que ha relatado Daniel provocan un sufrimiento innecesario, y pedimos sensibilidad a las administraciones para que las leyes no se queden en una simple declaración de intenciones».
La moción de Málaga Ahora detalla que en el protocolo deberá constar el derecho a cualquier persona trans a la inscripción y las acreditaciones con el nombre y el género con el que se autodeterminan y la creación de iniciativas y acciones de capacitación, sensibilización y formación del personal de estos centros.
Igualmente, pide que los vestuarios y duchas se adecuen con puertas que garanticen la intimidad. Otros puntos deberán establecer el derecho a utilizar la ropa de baño con la que estos usuarios se sientan más a gusto y, en caso de actividades separadas por género, se tratará a las personas trans en función del género con el que se autodeterminan (independientemente de cambios en la mención registral o si se encuentran en tratamiento hormonal o no).