Ella, tiene forma de hoja acorazonada con aspecto de
flor, y su tronco es semejante al de un árbol con deseos
de hacerse notar.
Sus pies, actúan de sustento en la tierra, sin apenas
tocar el suelo, como los de una bailarina a la espera de
proseguir la danza.
Ella, está pendiente de que llegue el momento de abrir
un sendero, para alejar el viento indeseado.
Le encanta observar, como se trenza el viento con la
lluvia del amanecer, para vibrar con el nuevo día.
¡Debemos querer a nuestra pareja aún más, cuando
menos lo merezca, por ser cuando más lo necesita!!.