En cada oficina, vivienda o local existe algún aparato de aire acondicionado. Su mal uso no sólo afecta al mismo sino también a las personas que se encuentran en su interior ya que puede producir efectos contaminantes como sequedad en los ojos, naríz, garganta,tos, problemas respiratorios, naúseas, fatiga mental, somnolencia y malestar físico en general. Si además de lo anterior le añadimos la mala ventilación o un funcionamiento deficiente, tenemos un área de cultivo de virus en toda regla.
Para realizar un mantenimiento óptimo podemos optar por llamar a un servicio técnico en Málaga de confianza.
Por otro lado existen además de los efectos contaminantes otros elementos cuya participación no es menos importante como son los factores que intervienen en dicha atmósfera de contaminación, dichos factores son los olores del mismo aire exterior que sirve como ventilación, y el humo de tabaco cuyo contenido esta formado por sustancias carcinógenas como alquitrán, cloruro de vinilo que está presente en todos los plásticos, polonio 210 siendo una sustancia muy tóxica y radioactiva y benceno que procede del petróleo.
Otro elemento no menos importante es la contaminación que se produce por ser un espacio cerrado ya sea oficina o local porque el aire que expulsa el aparato no sale del espacio y con ello se produce la contaminación interior. Todo ello es debido a elementos como bandejas de condensación, cañerías, serpentines que no les da la luz y producen humedad y suciedad como pueden ser manchas o focos producidos por la proliferación de bacterias, levaduras o mohos, que son diseminados en el local por el flujo de aire. En ciertos casos la proliferación de insectos o ácaros son igualmente posibles, exponiendo a los ocupantes de los locales al desarrollo de alergias y de problemas de salud.
Todos los aparatos de aire acondicionado están formados por varias partes como pueden ser el compresor, válvula de expansión, placa electrónica. Pero una parte importante que requiere con cierta frecuencia su mantenimiento es el filtro, para que el mismo se mantenga limpio hay que mantenerlo en perfectas condiciones de higiene y salubridad, tan sólo hay que se debe quitar periódicamente y lavarlo con jabón y agua, a continuación, se deja secando en un lugar seco pero que no le dé el sol directamente ya que éste podría deformarse y no volvería a entrar correctamente en el aire acondicionado.
Una vez que esté limpio el filtro, nos quedaría una última parte como es la unidad interior es decir el evaporador, el cual debemos utilizar un paño seco, pero si éste se encuentra demasiado sucio, podemos utilizar un paño húmedo con un poco de jabón y luego secarlo inmediatamente. Todo la operación la realizaremos con el equipo desenchufado y apagado para evitar accidentes imprevistos. En ningún caso debemos utilizar productos químicos o desengrasantes abrasivos, ya que podrían dañar alguna parte electrónica del aparato y además queda totalmente prohibido el uso de disolventes o alcoholes, ya que éstos dañan severamente las partes eléctricas y mecánicas que forman parte del sistema interno del aparato produciendo deterioros y hasta roturas irreversibles.
Problemas de mal uso del aire acondicionado y la no limpieza del propio local puede producir sequedad de ojos, nariz y garganta, malestar físico en general, tos, problemas respiratorios, nauseas y fatiga mental, somnolencia. Estos son efectos de factores contaminantes específicos de las mismas oficinas, locales debido a una mala ventilación o el funcionamiento deficiente de las instalaciones de aire acondicionado. Estos factores contaminantes tales como humo de tabaco, olores, entre otros que el mismo aire del exterior destinado a la ventilación puede traer.
Debido a los espacios cerrados en los aires acondicionados, como las bandejas de condensados, cañerías, serpentines entre otros espacios, que no les da la luz, tienen humedad y suciedad, crean el ambiente ideal para el crecimiento y propagación de bacterias patógenas, hongos, levaduras y/o virus.
Lo fundamental del mantenimiento del aire acondicionado y sus respectivos cuidados es mantener el filtro en perfectas condiciones de higiene. Se debe quitar periódicamente y lavarlo con jabón y agua, a continuación, se deja secando en un lugar seco pero que no le dé el sol directamente ya que éste podría deformarse y no volvería a entrar correctamente en el aire acondicionado.
Para la limpieza de la unidad interior y el control remoto, debemos utilizar un paño seco, pero si esta se encuentra demasiado sucia, podemos utilizar un paño embebido en agua con un poco de jabón y luego secarlo inmediatamente. Por supuesto con el equipo desenchufado y apagado. En ningún caso debemos utilizar productos químicos o desengrasantes abrasivos. Ni hablar de solventes o alcoholes. Estos pueden causar deterioros en el gabinete deformaciones y hasta roturas irreversibles.
Hay que vigilar de vez en cuando el tubo de salida de agua, a causa de la condensación, con ello evitaremos que rebose el agua por la máquina y aparezcan malos olores.