Participaron 240.000 personas, lo que superó las expectativas más optimistas. Una señal diversa, multicolor y sobre todo esperanzadora en un tiempo en el que acontece un giro político dramático. El racismo y el odio hacia seres humanos se vuelve socialmente aceptable.
Bajo condiciones climáticas óptimas, se inició el Otoño de Protesta en Alemania. Las organizaciones y mensajes en la marcha fueron diversos. Además de un llamado a la solidaridad, se manifestó contra el odio y la xenofobia, contra las malas condiciones de trabajo, los recortes en el Estado social de bienestar, la locura de los alquileres y la protección del clima.
Y aquí es donde se puede encontrar el mensaje más importante de #unteilbar, a saber, que los grupos de población individuales no pueden enfrentarse unos con otros y que todos estos problemas y conflictos tienen, indivisiblemente, las mismas raíces.