Ningún ser humano, es lo bastante bueno, para gobernar
a otros sin su consentimiento.
Casi todos, afrontamos las adversidades, pero si quieres
saber o conocer el verdadero carácter de una persona,
tan solo necesitas darle poder.
Podemos engañar a la gente durante un tiempo, engañar
a algunos todo el tiempo, pero lo que no se puede, es
engañar a toda la gente todo el tiempo.
Quien volviendo a recorrer el camino viejo, aprende el
nuevo, puede considerarse un maestro.
El verdadero mal, no está en tener más o menos faltas,
sino el no tratar de enmendarlas.
¡Mejor que la persona que sabe reconocer lo que es justo,
es quien defiende y lucha por lo justo!!.