Cantando el eslogan «Todos somos España», algunos manifestantes ondeaban banderas de España, Cataluña y la Unión Europea mientras marchaban por el centro de la ciudad, un área generalmente ocupada por turistas.
Los manifestantes llevaban carteles en los que se criticaba al líder separatista y al presidente regional, Quim Torra, y al expresidente Carles Puigdemont, quien ahora se encuentra en el exilio autoimpuesto en Bélgica.
En otra parte de Barcelona, la policía antidisturbios separó una pequeña contramanifestación calificada de «antifascista». El mes pasado, la policía arrestó a seis personas después de enfrentamientos con manifestantes separatistas. La protesta del viernes terminó sin incidentes.
A pesar de la reducción de las tensiones entre Madrid y Barcelona en los últimos meses, la solución a la crisis catalana parece lejana, ya que el Gobierno central ha descartado conceder un referéndum sobre la secesión.
Los partidos separatistas apoyaron el jueves una moción en el parlamento regional criticando al rey Felipe por su respuesta a los eventos en Cataluña el año pasado. El rey se había pronunciado de manera contundente en contra de la campaña de independencia.
El primer ministro, Pedro Sánchez, describió el movimiento del parlamento catalán como «inaceptable» el jueves, y aseguró que el Gobierno tomaría medidas legales para proteger a la monarquía y otras instituciones.
El viernes, en Madrid, Sánchez y el rey Felipe asistieron al desfile militar anual que marca el día nacional de España y el aniversario de la llegada del explorador Cristóbal Colón al continente americano en nombre de la corona española.
Las encuestas en Cataluña muestran una división a partes prácticamente iguales entre los que prefieren quedarse en España y los que desean separarse.
El gobierno regional celebró un referéndum de independencia en septiembre del año pasado que fue considerado ilegal por los tribunales.
Posteriormente hizo una declaración unilateral de independencia, lo que llevó al Gobierno del entonces primer ministro Mario Rajoy a suspender el Parlament e imponer un control directo desde Madrid.
Aunque la actividad política ha vuelto al Parlament, varios líderes separatistas están bajo arresto o en el exilio.
(Reuters) BARCELONA –