El presidente de Indonesia, Joko Widodo, ordenó el martes el envío de más equipos de rescate para localizar a víctimas de un devastador seísmo y posterior tsunami, mientras el número de víctimas mortales superaba las 1.200 y los saqueos hacían que aumentara el miedo a un caos creciente.
La mayor parte de los fallecidos se encontraban en la pequeña ciudad de Palu, situada 1.500 km al nordeste de Yakarta, pero aún hay zonas incomunicadas donde no se ha podido llegar tras el seísmo de 7,5 grados que provocó un tsunami, lo que hace temer que el número de muertos aumente.
«Hay algunas prioridades que debemos abordar, y la primera es evacuar, encontrar y salvar a víctimas que aún no han sido halladas», dijo Widodo en una reunión del Gobierno enfocada a coordinar la ayuda al desastre en la costa oeste de la isla Sulawesi.
El número oficial de fallecidos asciende a 1.234, confirmó el Organismo Nacional de Emergencias.
(Reuters)