Hay momentos, que el interés se rompe, de tanto pasear
por el, poniendo en tela de juicio, sonrisas mostradas al
borde de la pasión, de tanto jugar al escondite, con verdades
que pintan cierta falsedad.
En ocasiones, intentamos contemplar el azul del cielo, pero
nos resulta casi imposible hacerlo, debido a que el aire sabe
a tormenta y distancia insalvable.
Por regla general, solemos preferir la verdad sin componendas,
y los caminos conocidos. Los pendientes de recorrer, seguro
que están llenos de adversidades, pero debemos hacerlo, si
está en nuestra intención el poderlos redimir.
¡Mientras tengamos vida, vendrán nuevas primaveras!!