La técnica del silencio, es triste flor de hierbabuena que
yo solía oler y tu ignorabas.
¿Por qué no tendré el corazón de materia inerte? Si
así fuera, dispondría del mismo sosiego del que goza
el longevo jardín del anciano mandarín.
Cuando entro en el país del sueño, mirando la cintura
de la noche, me siento envejecer!!.
¿Acaso tu, no temes los fantasmas que pueblan la noche?.
Os diré, que mis prosas suelen declinar cuando llega la
penumbra, pero otras veces, se mantienen a la espera de
ser animadas de nuevo.