Bueno, despué de Lucas y Mateo, llegamos al listo, al sabelotodo, Juan, bueno, Juanillo, porque es un menor de edad. ¡ Más pegadizo que una lapa! Er buenazo de Pedro no se lo podía quitá de ensima. Cuando Pedro quería preguntá algo al Maestro, porque le daba corte,le enviaba al niño. “ Anda, que tú eres un enchufao. Pregúntale”. ¡El niñito, y el listo de su hermano,er Santiaguito, no tenía bemoles…! No se cortó al pedir:“ Manda que estemos a tu derecha y a tu izquierda, nosotros, en tu reino”. Por si fuera poco, su mamaíta, ella tan mamá, le dijo lo mismito a Jesú. Na. Como el que no quiere la cosa. Y los otros formaron la de Dios es Cristo. Qué qué se habían creío ellos…, que tos somos iguales… El Maestro les regañó como a niños que eran.Vamos, caprichosos. Que eso de quítate tú que me pongo yo era cosa de políticos, que ellos tenían que sé como los niños, pero no niños.
Y asín tantas peleas y dimes y diretes. Hasta que el Espíritu Santo, ¡vaya trabajito que le costó!, les abrió las entendederas.
Pero, ahora, vamos a ve lo que nos cuenta este chiquillo, de las bodas, bueno, el bodorrio, de Caná. Y lo cuenta como si na, como el que cuenta una película de siensia fisión pero sin darle importansia.“ Al tercer día hubo una boda en Caná de Galilea. Y estaba allí la Madre de Jesús”. ¿ Y qué hace ella en una boda? Pues que era pariente, si no ¿pa qué iba a está allí? Ella, que era más humilde que un gorrión y más pobre que una empleada de hogar sin seguridad social, a 10 euros la hora. Pero bueno, estaba. Y por lo que vio y por lo que hizo, más lista que una ardilla, no estaba de paso. No se le escapaba ni un detalle. Ahora lo vamos a ve.
“ Fue, también, invitado a la boda Jesús con sus discípulos”. ¡Nailla! Los primeros amigos, seis o siete, más hambrientos que un caracol en lo arto de un cristal y más sedientos que el que se perdió en la isla. Después que llegaron ellos, lobos de mar que beben y se pasan la bota de vino hasta que les sale por las oreja ¿ no iba a fartá el vino? Los pobres novios los invitaron, como de compromiso; ya que estaba allí la madre no iban a hacerle ese feo tan chungo.
María, más lista que el hambre, y a la que no se le pasaba na, se acerca a su Hijo,y, como la que no quiere la cosa, le suelta: “ No tienen vino”. Una indirecta directa. Jesú se dijo para su adentro: “ ¡ Agárrate que vienen curvas!” Y, también, como el que no quiere la cosa y se quita una mosca de ensima, va y le dise: “ Pero, mi arma, ¿a ti y a mi qué nos va ni nos viene en este entierro? Allá ellos. “( Bueno, es una forma de hablar, na del otro mundo; boda o entierro, siempre se ha “celebrao”con vinate y bocadillos, manzanilla para los pachuchos) No es cosa ahora de meterme a vinatero.” Pero na de na. Ella se hizo la sorda y, mirando de reojo a su niño,les dijo a los alelaos de los serviores, así como la que manda en casa propia, le habían dao la vara mando: “ Espabilaos y meté mano a lo que Él os diga, y abri bien los ojitos, niños, que corre prisa”. Antes que se corriera la voz y cundiera el pánco. Imaginar una boda sin vino. Es como un cumple o una boda sin tarta ni regalos. La desgrasia y el mal fario pa toa la vía.
El personá ya estaba mosqueao y diciendo: ¡Vaya boda! ¿ Se acabó el vino? Si ya decíamos que eran unos pobretones estos emilgaos y eso que han pedío un préstamo pa la boda. Y es que las bodas duraban allí por lo menos una semana, como las gitanas. Había allí unos cántaros, dise Juan, bueno, le desían tinajas,seis na menos, en las que cabían dos o tres metretas, ¡ozú, qué palabrejas. Unos cuarenta litros na más por ca metreta…je,je…Que al cambio eran¡huy! más de 720 litros. Pero bueno, ¿ es que pensaba Jesú emborracharlos a tos? ¿ No era un pecado? ¡¡Menuda juerga!. Claro, que si eran muchos y de los que le dan bien al trinque… No pasa na. Una mona en una boda no es una pea crónica y hasta los viejos y los novios andan despué a gatas ¿ Y quién les quita lo bailao? Bueno, a cuento de lo bailao ¿ si Jesú y sus discípulos estaban en la boda, no bailarían también, como está “ mandao”? Esos bailes de judíos separaos, hombres y mujeres.” ¡Eh, que corra aire! Desían los fantasmones, los fariseos y escribas. Vamos, pa mearse de risa…
“ Llenad de agua esas tinajas- les dijo Jesú. Un poco cabreaos y de mala gana, se pusieron a llenarlas, disiendo con la boquita chica: Este tío está majareta. ¡Agua! ¿ Pa qué? Y las llenaron con tan mala uva que, riendo y cabreao, hasta el agua se salía de los cacharros.- ¡ Toma agua, a ve pa qué! ¡ Jartitos de trabajá pa na!. – Sacad ahora y llevadlo al maestresala- les dijo er Señó, sin pestañeá. ¡ Qué finolis! el maestresala. El gurmet, el barman, el chef, el maetre..,pero maestresala…
Cuando el encargao de la mesa cató el agua convertia en vino, él no lo sabía, pero sí los serviores, puso los ojos de bolillas y, oliendo y paladeando el líquido, nada de agua, je,je…, pensó: Esto no es ni jumilla, ni Tío Pepe, ni manzanilla, ni Wisqui, ni champán, ni Jerez, ni vino Málaga, ni coñac , ni anís Zurita, ni sidra el Gaitero, ni chartré, ni Rioja…¡ Vamos, que se sabía el tío toas las marcas!. -¿Pero esto qué es? en mi puñetera via he catao esto!- Y loquito de contento, llamó al panoli del novio que estaba en babia, porque no se enteraba del marrón que le había quitao María, la madrina de boda, vamos a llamarla asín, y va y le suelta, más pelotillero que un vendedor ambulante, ya que pensaba cobrarle más: “¡Pero, tío, ¿cómo te se ocurre poner el vino mejón al final del banquete? (eso de banquete, donde no había ni vino, suena a cachondeo, pero se es pelota o no se es). Toito er mundo pone el vino mejón al prinsipio y, cuando están hasta los ojos que no saben si se beben un vino o aguarrá, un langostino o una salchicha, sacan el tintorro, vamos, el Don Simón, vino de mesa, tinto de verano…Pero tú, lo has hecho toito al revés”. – Y, por bajines, les guiña a los “ camareros”: Afanarme unas garrafitas de esta gloria bendita( nunca mejón dicho) u os echo a patás en el culo de este Casting.
Después que er personá bebió hasta las trancas de lo que le paresió néctar y ambrosía de los dioses, valga la competencia, se arrancaron por tos los palos del flamenco y siguió la juerga con malagueñas, sevillanas, verdiales y bailes de esos de Sergio Dalma: “ bailar pegaos no es bailar”, que hasta los fantasmones fariseos y escribas que se habían colao, sin está invitaos, como siempre, bebieron y bailaron como cosacos, los mu golfos. Y asín terminó to, con una rumba acompañá de olé y palmas que ni los der Río con Macarena.
La curpa, Jesú; sí, er santurrón der Maestro.Je,je…
Los discípulos, a pesar de la torta que tenían, se dieron cuenta de qué clase de persona era su Maestro. ¡ Pa que luego digan, los mu enteraos, que Jesú, bueno, Dios, que es lo mismo, es un aguafiestas!
Las Bodas de Caná o "El agua fiestas"
Del evangelio de San Juan . Traducción directa del griego al andaluz coloquial. ( No hay que perder el sentido humorístico, y respetuoso, y con todos los anacronismos “ históricos” justitos)