Que sensación tan especial sentimos, al darnos
cuenta de estar observados por una mirada insistente…
Cuando esto ocurre, nos sentimos de algún modo algo
alterados y precavidos.
Nuestro instinto de conservación, nos manda un mensaje
indicándonos que debemos actuar en consecuencia.
¿De qué sirve amigos míos, buscar refugio en una caverna,
si los versos y la prosa te están esperando y no tienen
medida de tiempo alguno?.
Debemos sentirnos libres de día, precavidos de noche,
y soñar a pesar de que se nos niegue volar más alto
que los halcones…
¡No es bueno ahogarse en las sombras cobardes de la
gente incauta!!.