El domingo pasado 2 de septiembre, unas 40 personas participaron en la I Marcha en bicicleta Salvar Arraijanal, convocada para reivindicar Arraijanal como paraje natural y donde diversos colectivos destacaron nueve puntos negros urbanísticos y medioambientales del municipio de Málaga.
La Cementera de la Araña, por la contaminación y por la destrucción de varias cuevas del conjunto prehistórico de la Araña, perdidas para siempre.
El cerramiento y la tala de árboles en el Parque Pipi en Playa Virginia y la situación del Balneario de los Baños del Carmen por mala gestión urbanística y medioambiental.
Los proyectos de construcción de un rascacielos en el morro de levante del puerto, la construcción del hotel de Moneo en terrenos de la Mundial, la edificación en el Bulto y en el barrio de Lagunillas, barrios históricos que están sometidos a un proceso de gentrificación o de expulsión de la población existente y su sustitución por otra de carácter flotante más elitista, por mala gestión urbanística.
Otro punto marcado fue para el proyecto de privatización de La Invisible al pretender despojar a la ciudadanía de un espacio sociocultural autogestionado.
El último punto correspondió con la obra de la Academia de fútbol en Arraijanal por mala gestión urbanística y medioambiental.
Esta última playa natural de Málaga ejemplifica la máxima expresión de un modelo de desarrollo impuesto desde nuestras administraciones.
Los terrenos del Arraijanal han sido cedidos gratuitamente a la fundación del jeque del Málaga C.F., Al Thani, incumpliendo la normativa medioambiental al carecer de Evaluación Ambiental Estratégica y de Plan de Inundabilidad, afectando a hábitats prioritarios y a especies endémicas y amenazadas de flora y de fauna, a restos arqueológicos y al acuífero de la zona. Además, perjudicará a la calidad de vida de quienes residen en sus proximidades.
La marcha estuvo integrada por la plataforma Aire Limpio Málaga, Parque Pipi Libre, el movimiento Defendamos Nuestro Horizonte, La Invisible, La asociación Lagunillas por Venir, la asociación vecinal El Bulto, la asociación Ruedas Redondas, el movimiento Masa Crítica, Plataforma Salvar Arraijanal, Ecologistas en Acción y Greenpeace.
La bicicleta volvió a mostrarse como un medio idóneo de movilidad por la ciudad y de disfrute. La ruta trascurrió por el litoral y por el propio centro de Málaga, en una jornada de convivencia sobre ruedas y de aproximación a diversas realidades que se baten en nuestra ciudad.
Realidades que muestran un modelo de desarrollo que apuesta por proyectos especulativos, insostenibles, faltos de rigor, que incumplen normativas, y que benefician a unos pocos a costa del patrimonio público, que es de todos.
Un modelo de desarrollo ostentoso que se demostró como muy vulnerable a las crisis. ¿Necesitamos que se privaticen estos espacios referentes y queridos? ¿Necesitamos estas megaconstrucciones que no respetan nuestra identidad, nuestro patrimonio histórico y natural, que aumentan la desigualdad social y que harán hipotecar el futuro de Málaga?
Por: Emilia Martinez