Aquí estoy ahora, sentado frente a una taza de café
negro y humeante, acompañando esta mañana algo
cerrada, por estar el cielo ligeramente encapotado.
Aprecio como flotan en el negro y oloroso líquido,
ciertas imágenes del pasado reciente, pero se muy
bien, que que el día de hoy está tan presente como
lo estuvo el día de ayer.
Quiero aprovechar este momento de sosiego, para
ofrecerle mi amistad, a ese brujo que ha decidido
pintar los encantos de ciertas palabras…
Quizás, ha llegado el momento de reflejarnos el
uno en el otro para dar forma a la realidad oculta.
Debemos permitir a nuestra mente, que intente
dibujar algún sentimiento que nos permita de algún
modo, sentirnos realizados