6 Claves para controlar tu ira
La ira o enfado es una parte más de la experiencia emocional de las personas. Sin embargo, en ocasiones, la persona puede perder el control y no sabe cómo gestionarla. En estos casos, esta falta de control de la ira puede derivar problemas en distintos ámbitos como el familiar, de pareja o laboral. La psicóloga en Málaga, Ana Claudia Alda Heredia, del gabinete Psicólogos Málaga PsicoAbreu nos proporciona información para conocerla mejor y claves para aprender a controlarla.
¿Qué es la ira?
Tal y como comenta la psicóloga malagueña Ana Claudia Alda, la ira es una emoción básica que se caracteriza por un aumento del ritmo cardíaco, sudoración, enrojecimiento, aumento de la respiración y de la tensión muscular. Los pensamientos que tenga la persona ante la situación que provoca la ira, influirá en la intensidad de la misma. Así, la intensidad de esta emoción puede variar desde una leve sensación de irritabilidad hasta un enojo bastante intenso. A su ves, esta intensidad condicionará la conducta de la persona enfadada, de manera que cuando se siente la ira con muchísima intensidad la persona puede llegar a la agresión (verbal y/o física).
¿Cuándo aparece la ira? ¿Qué función tiene?
La ira puede derivarse de diferentes situaciones:
- Situaciones aversivas o desagradables, como situaciones relacionadas con el dolor o enfermedad.
- Situaciones que obstaculizan el alcance de una meta u objetivo: un trabajo, una compra, una relación, etc.
- Situaciones de vulneración de derechos y/o normas, nos hace sentir injusticia y que nuestros derechos se ven en peligro.
Tal y como comentaba antes Ana Claudia, es muy importante el factor cognitivo o nuestra interpretación de la situación: “es totalmente injusto”, “no me merezco esto”, “seguro que me va a hacer daño”, etc.
La psicóloga del gabinete Psicólogos Málaga PsicoAbreu, señala que las funciones de la ira son las siguientes:
- Autoprotección: de la propia integridad, de la descendencia, de las posesiones e, incluso, de los valores. Así, moviliza a la persona para que realice conductas de defensa.
- Comunicación social. Ayuda a solucionar conflictos interpersonales.
En resumen, la psicóloga de Málaga señala que el fin de la ira es la supervivencia, nos prepara para un posible ataque y, por ello, se experimenta una gran activación fisiológica. Por tanto, no es una emoción “mala”, tiene su función. El secreto reside en cómo gestionarla o controlarla.
¿Cómo podemos controlarla?
Desde Psicólogos Málaga PsicoAbreu, nos proporcionan claves para poder controlar la ira y que la ira no le controle:
- Escúchate y busca la causa de tu enfado. Así, podrás poner remedio a la situación que lo genera o, así no tiene solución, trabajar para aceptarla.
- Reflexiona sobre lo qué quieres decir y, luego, exprésate. Es importante este aspecto, porque la ira puede provocar que tengamos el impulso de decir lo primero que se nos pase y de gritar. Esto ayudará a sacarle el máximo partido a tu ira.
- Practica técnicas de relajación. Te ayudará a disminuir tu activación fisiológica y a poder reflexionar mejor.
- Date tiempo y distancia. En ocasiones, se necesita más tiempo y tomar distancia de la situación o persona para poder gestionarla emoción de manera adecuada.
- Utiliza mensajes “yo”. Expresa cómo te ha hecho sentir la otra persona. Así, favorece que la otra persona te escuche, ya que se evitan culpas o reproches.
- Pide ayuda a un profesional. Si ves que no eres capaz de gestionarlo por ti mismo, un profesional de la Psicología podrá ayudarte a conseguirlo.