Deberíamos sentirnos afortunados, al tener la dicha de
disfrutar contemplando, los amaneceres, la caída de la
tarde, y las noches cerradas…
Poder disfrutar del sol radiante, es una maravilla, el nos
proporciona luz y calor para seguir nuestra lucha cada
día. Resulta interesante, contemplar esos atardeceres
primaverales pletóricos de cromatismo, mientras el
espacio celeste, se tiñe de insospechadas tonalidades.
Las nubes, después de haber realizado su labor, con
la misma pasión de cada día, al llegar la noche, se
retiran a su merecido descanso, a la espera del nuevo
amanecer. Siendo fiel espectador de tanta maravilla,
te sentirás identificado de formar parte integrante de
nuestro planeta tierra.