Resulta conveniente, dejar un espacio entre ambos con
la sana intención, de que puedan circular con entera
libertad los vientos…
Hay que amarse con la fuerza que nos permita nuestro
ser, pero sin llegar a convertir el amor en una prisión.
Es importante, disfrutar de esos momentos. pero hay
que respetar la soledad, cuando es requerida por alguna
de las partes.
Estar unidos, no podemos negar que es gratificante,
incluso necesario, pero no en demasía.
¡Las columnas, sustentan los edificios y en realidad
están separadas!!.
Para mayor abundamiento, diremos que ni el roble
ni el ciprés, crecen uno junto a la sombra del otro.
Hasta las cuerdas de la guitarra, a pesar de vibrar
con la misma melodía, están separadas.