Un suave movimiento ondulado, se desplaza por el agua
tranquila del estanque, como si el ala de algún pajarillo
la hubiera rozado.
La noche, se presentó plácida y tranquila, la luna brilla
con fuerza y resplendor.
Si en tu corazón reinan las nieves eternas del desencanto,
no sientas preocupación alguna, pues tu cuerpo será con
su poder quien la derrita.
Si lo deseas, podrás sembrar en la tierra, ahora que está
receptiva,un gran número de semillas de paz y buenaventura,
y de ese modo tan especial, podrás adentrarte en la
caverna de tu reinado, donde serás rayo de sol que todo
lo ilumina