Por Santiago Donaire – Planta originaria del sudeste de Norteamérica, frondosa y majestuosa, que puede alcanzar los 25 metros de altura, con hojas brillantes y perennes, es de crecimiento muy lento, se usa en ebanistería por el color claro de su madera.
Su nombre se debe al botánico que la clasificó, Pierre Magnol, francés, destacado precursor de la Ilustración y que por aquella época sin pudor alguno bautizaban las plantas que clasificaban como si suyas fueran, obviando las denominaciones que les daban los pueblos que llevaban miles de años conviviendo con ellas.
Huye de los suelos pesados y calcáreos, los prefiere ácidos, sueltos o profundos, no es resistente a las heladas y donde mejor se desarrolla es con alguna de sus caras cubiertas por algún edificio u obstáculo
Sus grandes flores, con olor dulzón, a cítrico con un leve toque a vainilla, son cautivadoras y lo hacen pues emiten Hediona una sustancia que genera patrones de activación específicas del sexo en el cerebro, pues activa el receptor de las feromonas. Osea q en su presencia estamos más receptivos, tanto para aceptar como para rechazar. .
¡Cuidado cuando se aplican perfumes de mangnolia! ¡¡Estamos perdidos o perdidas!! El jazmín también emite hediona y quizás sean ambos los responsables de la mayor predisposición durante estas fechas al cortejo. Hediona del griego. “Hedone” significa diversión, placer y lujuria.
En Málaga los vendedores de biznagas contribuyen sin saberlo, al propagar por la ciudad la Hediona de sus jazmines, aumentando así la predisposición de cuántos huelen la irresistible fragancia, hacia la necesidad de buscar su media naranja.
A veces cuando oigo la canción de Raffaella Carrá “para hacer el amor hay que ir al sur” pienso en la magnolia y el jazmín.
La magnolia es una familia muy antigua (más de 20 millones de años en su estado actual y casi 90 en otras previas del genero), de hecho sus flores son anteriores a las abejas y basan su polinización en los escarabajos, por ello tiene unos duros carpelos (pistilos) que los protege de la mayor rusticidad de este insecto
En Málaga se desarrollan perfectamente y debiera haber más ejemplares, su lento crecimiento le hizo ganar la apuesta a otra planta muy parecida, con la que a veces se le confunde el laurel de Indias (Ficus microcarpa), mucho más rápido de crecimiento aunque carece del encanto del aroma de las magnolias y sobre todo del elixir mágico de la seducción, la Hediona.
En la foto os mostramos un magnífico ejemplar en la Calle Alcazabilla, frente al anfiteatro Romano